Venezuela Concurso - Semana 6 – Todo Comenzó Con Un Café

María era una mujer extraordinaria que vivía en la ciudad de los caballeros. Se levantaba muy temprano, hacía café y tajadas para desayunar. A ella le gustaba cantar e iba todos los días para la azotea a ejercitarse. Después, se arreglaba para ir al trabajo.

Una mañana se encontró con Alberto quien estuvo enamorado de ella desde que eran adolescentes. Pero el encuentro no fue casual, pues Alberto le regaló unas galletas.

María, haciéndose la sarcástica, le dijo:

“jum, mijito quien no te conozca que te compre ”

Alberto le sonrió tímidamente.

Esa misma mañana, María conocería a Pedro un hombre avasallante que se encontraba en la frutería. Ella sintió elefantes en su estómago.

Entre tanto, Alberto que la siguió, vió como los ojos de Maria brillaban por aquel hombre, los celos se le subieron a la cabeza y decidió enfrentar al momento.

Estimado caballero, debo decirle que a la dama a quien le coquetea es la mujer de mis sueños. Si usted la quiere ganar tiene que primero aceptar mi reto en juego de domino, -dijo Alberto con vehemencia.

María miró hacia el cielo que estaba azulado. Algo extraño iba a pasar y ella era la causante de la disputa.

María al ser una mujer de gran temple y segura, estaba clara de que era ella quien decidiría a cual hombre dejaría entrar a su vida, y evidentemente no iba a permitir de ninguna manera una disputa tan burda, en tal sentido y sin titubeos dijo a Alberto:

¿Quién te crees para hacer de mí un objeto que ganar en una tonta partida de dominó?

Hace mucho me conoces ¿y aún no te das cuenta que no serás tú el que va a elegir lo que será o no será en mi vida? Obviamente no, no me conoces. Por si lo olvidaste cuándo éramos adolescentes en algún momento te confesé mi atracción por ti y sonriendo me dijiste que éramos muy jóvenes, no vengas ahora a pelear por un amor que despreciaste. Te recuerdo que quien no quiso cuando pudo no podrá cuando quiera. Vámonos Pedro, te invito un café.