Y ya con la barriga llena y el corazón contento o medio contento por los regalos recibidos, bailábamos las canciones de La Billos, Los Melódicos, Pastor López y pare usted de contar.

La fiesta comenzaba a ponerse buena junto con el año nuevo. En Carúpano, luego de las doce de la noche es tradición escuchar calipso y en cada hogar se da un "Grito de Carnaval". Los jóvenes aprovechamos para dar feliz año, con abrazos y besos bien apretados a los chicos y chicas que más nos gustan. Ese día vale todo. A fin de cuentas la ocasión lo amerita: Mucho amor para todos.

En mi casa, por mucho tiempo, fuimos numerosos. Sin embargo, el tiempo ha ido corroyendo las vidas. Cada vez somos menos. Basta una mesa con cuatro puestos y algunas sillas vacías, por si acaso alguien decide acompañarnos.

Mi alegría sigue intacta. Trato de no perderla nunca, pues he comprendido que la vida es lo más valioso que tenemos; y que la muerte forma parte de ella, y hay que asumirla con valentía.

Ya estoy comenzando a comprar los ingredientes para hacer las hallacas. Quiero hacer intercambio de regalos, quiero escuchar gaitas y quiero que en todos los hogares, incluso en los que no haya nada, siempre reine la fe y el amor por la humanidad. No olviden: Vivir es un lujo, y vale la pena dar gracias a Dios por la vida que tenemos. La felicidadsolo depende de uno mismo; no de los demás.

Saludos para todos y Feliz Navidad.

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