MI amigo, te pido disculpas por hacer la verificación tan tarde. Mi conexión ha estado terrible hoy. De modo que mi estrés ha sido mayúsculo. Leía el recorrido de tu amigo hacia los Estados Unidos, y todos los sitios mencionados me sonaron cercanos, ya que mi hijo estuvo en Antofagasta, luego pasó por Santiago, también estuvo en Chillán, hasta que lo convencimos de que se viniera a Venezuela. Al principio, no se sentía cómodo en el país que lo vio nacer; creo que eso nos pasa a todos; luego vino el proceso de adaptación, que a decir verdad no fue difícil, porque si algo positivo tenemos los venezolanos es que somos muy afectuosos, a diferencia de otros hermanos latinoamericanos. Aún así, a veces le entra algo de nostalgia, porque también tenía el sueño americano en su cabeza.

Deseo de todo corazón que la fuerza de voluntad de tu amigo se convierta en su faro de luz para que llegue al lugar soñado y pueda lograr lo que siempre ha deseado. En definitiva, él está trabajando por su destino, y tiene la dicha de contar con un amigo como tú, que con tu publicación has hecho que él se gane a una nueva persona que rece para que todo le salga bien; y esa soy yo. Te abrazo a ti y a él, con toda la energía positiva del mundo.