Amiga mía, tu post me ha hecho pensar bastante, y eso es súper positivo. Me quedo con esto:

En el fondo todos sabemos que las cárceles no ayudan a mejorar las sociedades mientras fuera de ellas existan sistemas de desigualdad, pobreza, escasa seguridad social y calidad de vida, baja calidad educativa y pocas oportunidades para la población. Ojalá que también se estén construyendo escuelas, centros hospitalarios y se estén mejorando las perspectivas de vida de los salvadoreños.

¿Sabes? me hiciste recordar un proyecto "social" que se implementó acá en Venezuela, que consistía en "cambiar armas de fuego por computadoras y tablet". Te cuento que acá en Oriente, eso fue un verdadero desastre. Los jóvenes entregaban las armas a los oficiales, quienes luego se las revendían. Entonces, ellos siempre se "quedaban con su real y medio". Es decir, con sus armas y con sus computadoras. Esta acción se promocionó con "bombos y platillos" y contó con el apoyo de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Pero, el resultado fue "terrible".

Qué quiero decir con esto? Que para hacer las cosas bien en un país se requiere, fundamentalmente, de ciudadanos honrados y comprometidos con la Nación. Y eso, desde mi punto de vista, es lo más difícil de encontrar en las sociedades latinoamericanas.

Escribiste un texto sin desperdicio. Te felicito por ello. Un abrazo.