Nuestra proactiva amiga @cachetes-27 nos trae un interesante concurso para homenajear a mujeres que hayan sido importantes en nuestra vida, yo me decanté por escribirle un poema a mi hermana-mamá:

Nací de un vientre cansado. Fui la décima hija de mi mamá. Ella deseaba tener un varón y llegué yo. Toda madre acepta los designios de Dios, y mamá me aceptó, pero no esperaba que la limitaran para seguir trayendo hijos al mundo. Con su ligadura llegó el trauma postparto. Eso le generó estrés y le causó disociación; lo cual derivó en una hospitalización por tres meses en el hospital; lejos de mí, y yo de ella. Mi hermana, que apenas tenía 10 años, me cuidó como su hija, me tuvo paciencia y me protegió siempre.

Cuando mamá logró recuperarse, y fue dada de alta, me daba afecto, pero yo siempre prefería estar con mi hermana. Mamá no se molestaba, y entendía mi comportamiento.

Mi hermana se hizo mujer y quería tener hijos propios, pero estos nunca llegaron. A la edad de 34 años le hicieron una histerectomía total; entonces, mamá decía que ella había sido un medio para que su hija supiera lo que era tener un hijo desde pequeño.

De modo que tuve dos madres; una que aún siendo mi verdadera madre, sentía como abuela; y otra que, no habiéndome traído al mundo, siento que es mi madre.