Amiga bella, has escrito un relato que fue creciendo a medida que avanzamos en la lectura. No hay dudas de que la viejita y la niña tenían en su destino encontrarse para darse amor. Es hermoso ver cómo el cariño de un niño logra revitalizar a los ancianos. Por su parte, la niña cayó en buenas manos para terminar de crecer y hacerse una persona de bien.

Lo de convertir a la niña en la autora de la obra fue genial. Gracias por acompañarme en esta iniciativa. Un abrazo.