Saludos a mi gente querida de esta casa grande de sueños posibles. Por acá dejo para su consideración mi participación honorífica en el Mini Concurso Venezolanísimo 2. En este debemos mencionar una canción que nos guste mucho hasta hacernos sentir que el corazón palpita aceleradamente ante sus notas musicales.

Muchas son las canciones que Reynaldo Armas ha compuesto e interpretado para rendirle tributo a Venezuela; a mí me encanta esta, sobre todo la parte que dice:

A orilla del Mar Caribe, del Mar Caribe en un rincón oriental
Está el suelo cumanés, muy cumanés, cuna del Gran Mariscal
Antonio José de Sucre su nombre será inmortal
Que el Señor allá en su trono le haya guardado un lugar.

Esta estrofa no la canto, la grito desde lo más profundo de mi alma, porque para mí el héroe patrio más grande que ha tenido este país ha sido Antonio José de Sucre; un ser brillante como esas estrellas fugaces que alumbran el firmamento y desaparecen rápidamente solo dejando con ella un puñado de deseos; deseos de libertad, de justicia, de honestidad y de verdadera nacionalidad.

Pienso que de todos los ritmos musicales el que más transmite la esencia del venezolano es la música del llano: el arpa, el cuatro y las maracas cuando se fusionan transmiten la inmensidad del llano, la alegría y vivacidad del Mar Caribe, la calidez de los andinos y la templanza de la gente del Centro.

En esta canción, Reynaldo Armas se despide magistralmente diciendo:

Yo como hijo del llano sigo adorando a mi tierra
Tengo un himno nacional, muy nacional, tengo una linda bandera
Tengo un escudo precioso, tengo el alma bochinchera
Y tengo una patria grande que se llama Venezuela.

Los invito a escuchar el tema y, no está demás si aprovechan para echarse un palito de ron, aprovechando que es sábado.