De lunes a lunes/Semana 8/Héroes perezosos/ @solperez (#CLUB5050)
Amigos míos, por acá les traigo mi entrada para el reto que promueve mi amiga @charjaim, en el cual nos convoca a hablar del celular.
La primera vez que vi un celular me impacté, era de esos gigantezcos que costaban un dineral. De modo que quien los tuviera era, para mí, un millonario.
La profesora Carmen, gran amiga mía, apareció en enero de un año que no recuerdo, portando un gran celular en la trebilla del pantalón, me impacté con el tamaño del teléfono y me dije. "La profe tiene plata"; yo aún era estudiante. Nunca se me olvidó esa imagen, porque cuando ese modelo de teléfono comenzó a pasar de moda, ella se resistía a cambiarlo, porque tenía señal en todas partes; entonces, se convirtió en motivos de burla, gracias al "raspa hielo".
Esta anécdota me permite decir que los teléfonos han servido para todo: para catalogar la gente de real, para comunicarnos, para estresarnos, para conseguir novios, para perderlos, para tomarnos foto, para ganar dinero, para perderlo; en fin, para todo.
El teléfono para mí es súper necesario, pues no tengo teléfono de casa, y a través de él me comunico con mis afectos. Sin embargo, creo que no soy adicta al teléfono. Por ejemplo, cuando salgo de casa no lo llevo, pues me da miedo que me lo roben. Además cuando tengo cerca a mis seres queridos no suelo utilizarlo para tratar de compartir más con ellos, pues como dice el refrán:
El teléfono celular te aleja de las personas más cercanas
y te acerca a los que están más distantes.
Trato de que esto no me suceda, y converso mucho con mi sobrina @yola1 sobre el uso que creo debe dársele al teléfono, porque muchos padres y representantes están viendo cómo sus hijos se sumergen en estos equipos y se aíslan de su verdadera realidad, y ante ese hecho no saben ni qué hacer ni qué decir. Tal vez, algo de control no vendría mal o más conversaciones con ellos al respecto.
Los teléfonos sí nos han cambiado la vida; creo que para bien. Solo que a veces no sabemos canalizar las ventajas que estos nos ofrecen, sin que perdamos nuestra libertad de vivir y de ser felices sin esos equipos.
Más son las ideas que dejo en el tintero, que las que expreso.
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Saludos amiga, me dio mucha risa recordar la época de los raspa hielo jajajaja
Esos teléfonos eran resistente y duradero, pero no estaban al alcance de todos. Mi teléfono fue un Kyocera que en su momento era el más económico que encontré, pero lo compramos porque mi esposo se iba a trabajar a otro estado y desde entonces se convirtió en algo necesario, aunque ya no viaje.
Que tengas una excelente tarde
Las que sí expresas son muy válidas; conozco niños que no se separan del celular, todo comienza cuando se lo dan para tranquilizarlos cuando son pequeños y quedan embobados hasta adultos; es una adicción más.
Salir a la calle con el celular es un desafío y ponerlos en la trabilla del pantalón, ahora, una osadía.
Jajajaja. una tremenda osadía. Ahora la gente se coloca el celular entre los pantalones o entre los sostenes. Jajaja
Hola amiga, esos raspa hielo eran la moda en una epoca y como dices, el que tenia uno era supuestamente porque tenia dinero jejejeje
Para mi el celular es una necesidad, no un lujo.
Fijate, tengo días sin señal wifi y solo he podido trabajar en la plataforma compartiendole datos a la pc desde el celular.
Saludos amiga, que tengas una feliz noche.