Una entrevista imaginaria / La Dama Ciega / Por@sir-lionel .

—Ya lo sabes, yo soy la Diosa de la Justicia.

—¿Usted vive aquí?

—No, realmente yo vivo en cualquier lugar, siempre estoy en los corazones y conciencias de todos los seres humanos.

—¿Por qué usa esa venda en los ojos?

—Mi principal virtud es actuar sin ver o conocer a quienes afectarán mis acciones, así puedo garantizar un trato igual para todos.

—Usted dice que está en cualquier lugar, pero muchas veces sentimos que no está, incluso llegamos a dudar de su existencia ¿Por qué cree usted que pasa eso?

—Como te dije antes yo existo en los corazones y las conciencias de los seres humanos, pero no puedo actuar sola, para manifestarme y hacer mi trabajo, es necesario que existan ciertas condiciones entre las cuales el respeto y la libertad son indispensables.

—¿Usted sabe lo que está pasando en Venezuela?

—Claro que si, aunque tú no lo creas, Venezuela es un caso que me preocupa mucho, y como estas preguntando mi opinión, debo decirte lo que pienso al respecto. Venezuela es un país al que le han causado graves daños, son tan graves los daños existentes en las instituciones y la sociedad que la única solución es reconstruirlo totalmente, y ya los venezolanos deberían estar ocupándose de eso.

Los niños de hoy pronto serán los que dirijan al país, ellos serán los encargados de hacer las leyes e implementarlas, por eso es elemental fortalecer la educación en valores éticos y morales, tanto en la escuela como en el hogar.

Los medios de comunicación tienen que sumarse a una gran campaña de rescate de la educación ciudadana, para que cada venezolano conozca todos sus deberes y derechos. Solo así podrá construirse una sociedad con los valores de respeto y libertad necesarios para que yo pueda prevalecer.

—¿ Y qué ocurrirá mientras logramos eso?, ¿será que la impunidad te seguirá ganando la batalla?

—Entiendo perfectamente tu preocupación, pero no te olvides que yo represento la justicia a nivel de los humanos, y que por encima de mí, existe otro nivel de justicia que siempre está pendiente de actuar cuando yo no puedo hacerlo, aunque tú lo notes, al final todos pagan.

La dama me dio una palmada en el hombro y volvió a su pedestal, yo entendí que la entrevista había acabado, terminé mis notas sentado en los escalones, y caminé hasta la sede del periódico, dejé mis notas encima del escritorio del director y me dispuse a regresar a mi casa, en el camino venia pensando en las últimas palabras de la Dama, miré hacia el cielo y algo dentro de mí, me dijo que esas palabras eran ciertas.