El se llamaba Gustavo, era un niño nacido en una familia muy disfuncional, su padre vendedor de sustancias psicotrópicas, dueño de un Bar dónde bailaban mujeres de la vida nocturna; su madre una de esas mujeres, consumidora de las sustancias vendidas por el padre de Gustavo.

    Cuando su madre se enteró que estaba embarazada, y ya formado estaba Gustavo en su vientre, quería abortar, fueron muchas las pastillas que tomó, remedios caseros y más, pero no pudo, era alcohólica y su alimentación no era la más apropiada.

    El bebé nació a pesar de todas las circunstancia, pero casi no le dedicaban tiempo, su madre luego lo abandonó, marchandose con otro hombre del cual estaba embarazada.

    El niño quedó con su padre, quien como podía trataba de atenderle, le inscribió en la escuela, le llevaba a tareas dirigidas, le hacía la comida, pero el problema era que el niño pasaba todo el día solo, su único amigo era el televisor, no socializaba porque le costaba hacerlo.

    No tenía las ilusiones comunes de los niños, como creer en el Ada de los dientes, en el niño Jesús o en cualquier otra cosa hermosa de la infancia, nunca había celebrado cumpleaños, o navidades familiares.

    Sin embargo, el papá de Gustavo tenía 2 hijos de su primer matrimonio, entre ellos una joven que ya estaba formalizada en una relación de pareja, y vivía en la ciudad; la hermana del niño, solicitud a su padre enviarlo a la ciudad a pasar la navidad con ella y su familia (familia de su madre).

    Así fue, el padre lo llevó y se quedó esos días en casa de la hermana, quien trataba de hacer sus días maravillosos, con buena y sana comida, juegos en familia, salidas a pasear, visitas a muchos lugares, a comer helado, ir al cine y más.

    En una oportunidad ella le pregunta al niño de tan solo 8 años:

• ¿Que deseas pedirle al Niño Jesús? Y el le respondió: Nada...

• ¿Por qué?... Porque el no existe.

• ¿Por qué dices eso?... Es que nunca me ha traído nada, para mí no existe, no sé quién es...

    El niño siguió expresando bajo su inocencia todo lo que pensaba del Niño Jesús. Cuando su hermana lo interrumpió y le dijo:

"No digas eso, el ahorita te está escuchando, el si existe, vino a salvarnos del pecado y a los niños buenos les trae regalos"

• ¿Te has portado bien?... Sí.

• ¿Quieres ver qué si existe?... Sí.

    Entonces debemos hacerle la carta pronto, para que veas que te traerá un regalo. Enseguida al llegar a casa luego del paseo, ella le buscó hoja y lápiz, él le dijo lo que quería, ella lo escribió y luego le indicó que el debía hacer la carta con su propia letra, realizando copia de lo que ella había copiado.

_{Fotografía tomada con Redmi 8 | @sheycvo | 14-12-2021}

    El muy contento pero algo dudoso inició la carta, pidió un balón y luego dobló la carta y la puso en el árbol muy emocionado.

    Inmediatamente, la hermana llamó a su padre le contó lo sucedido, le explicó y le dijo lo que el niño quería para navidad, comentándole que debía enviarle el dinero para comprar lo que el niño deseaba. El padre aceptó, envío el dinero, ella buscó en diferentes tiendas, y lo compró con la ayuda de su pareja.

    Esa noche, ella le dijo a su suegra que era quien primero se levantaba, que estuviera pendiente y agarrara la carta de Gustavo, para que el creyera que El Niño Jesús se la llevó. Cuando Gustavo se levantó, corrió al árbol de navidad y notó que la carta no estaba allí, desesperado la buscó por todos lados y no encontró nada.

    El niño, algo pensativo se sentó en la mesa del comedor y sin decir nada, veía pasar a todos, hasta que le comentó con mucha alegría pero incertidumbre que parecía que el Niño Jesús se había llevado la carta, ella sonriente le dijo:

¿Sí? Que buenos, significa que te has portado muy bien y que posiblemente te traerán un obsequio, esperemos que sea lo que pediste

    En la casa de la abuela de su hermana, la familia se encontraba organizando una fiesta para el 24 de diciembre, incluyendo un compartir para los niños y un intercambio de regalos (chucherías), ella anotó a Gustavo en el intercambio y se encargó de comprar el obsequio.

    La hermana le compró ropa nueva, y el 24 de diciembre a las 4pm como es costumbre le mandó a bañar y a ponerse la ropa nueva. Se trasladaron a casa de los abuelos y comenzó el compartir, realizaron el intercambio, cenaron plato navideño y luego la gran espera del Niño Jesús, a cada rato los niños preguntaban la hora y corrían por todos lados.

    Cuando los adultos vieron que faltaba muy poco, una tía invitó a los niños a ir fuera de la casa, porque según vería una luz que representa la llegada del Niño Dios. Afuera los hizo ver al cielo, . Casualmente algunas personas elevaban globos de luces con velas encendidas y eso era maravilloso, dando con el hecho de creer que era el Niño Jesús.

    Mientras... dentro de la casa, con las luces apagadas, era la locura, tíos subiendo y bajando escaleras muy apresurados para colocar los regalos bajo del árbol, corrían a los cuartos, por todos lados alguien con bolsas negras y grandes cajas, alguien prendía y apagaba las luces para que pareciera que algo ocurría dentro del lugar.

    Finalmente, ya todo estaba organizado y a las 12am del 25 de diciembre, una tía pegó un grito y dijo: ¡Ya llegó, ya llegó! Todos gritaban ¡El Niño Jesús ya llegó! Y Gustavo muy contento se le salían las lágrimas por tan bella ocasión .

    Entraron a la sala, y allí estaban los juguetes, regalos y muchas cosas, Gustavo no lo podía creer, no hablaba, solo respiraba y con algo de dificultad, veía todo su entorno, mucha gente, familia, alegría y más.

    La hermana comenzó a tomar regalos del árbol de navidad de la abuela, y a llamar a los niños para recibir los obsequios, llamaba y llamaba y no mencionaba a Gustavo, el niño comenzaba a decepcionarse, y le dijo a la mamá de su hermana:

"Viste que no se acordó de mí, no me traerá nada porque yo no existo para él, se que todos tendrán algo menos yo"

    Cuando derepente su hermana dijo gritando:

¡Para Gustavooooooooo!

    El niño no caminaba, no sabía que hacer, observaba a todos y luego reaccionó y fue a recibir su regalo, gritando:

¡Se acordó, se acordó, se acordó de mí, el niño Jesús se acordó"

    La hermana no contaba con que sus tíos le colocarían más regalos al niños, y bueno le dió todos los que pusieron en el árbol para él, pero no le había dado el balón, lo dejó de último, hasta que se lo entregó, y el niño llorando lo destapó, no podía con tanta adrenalina, con mucho llanto, decía:

"El niño Jesús si exite, y leyó ni carta, me trajo lo que le pedí"

    Gustavo a todos les decía que el niño Jesús si existía, sintió la magia de la navidad y la transmitió a todos, todos los presentes lloraban al ver tan feliz al niño, lo abrazaban y se sintió un ambiente navideño con mucha carga emocional.

    Gustavo, con todo lo que le trajo el Niño Jesús, le comentó al padrastro de su hermana:

"Pórtate bien para que el año que viene te traiga regalos a ti también, mira todo lo que me trajo, me tuve que portar muy bien, me trajo muchas cosas, y ahora se que si existe"

    Gustavo cuando vio a su hermana, la abrazó, le dió un beso en la mejilla y le dijo al oído casi en susurró:

"Gracias manita, te amo, está ha sido la mejor navidad que he vivido, gracias por permitir pasarla contigo, la he pasado genial, soy muy feliz, nunca lo olvidaré"