Si gustas ejercitar tu cerebro y participar en este excelente concurso, entra en este enlace y sigue las normas.

He aquí mi participación:

   ¡No son los mangos. Es la cerca, es la cerca! gritaba la viejita cada vez que entraban furtivos los chamos del barrio en búsqueda de aquel dulce manjar. Muchas veces ella misma les caía a mangazo limpio pero sin mucha puntería, siempre pidiendo tener la fuerza del doberMAN GOrdote que tenia el vecino de enfrente, para ponerlos a correr a todos.

   A ese vecino la doña si le daba mangos, no por el perro, sino porque lo consideraba un mangazo, y siempre le decía que ella era como los mango bajito, fácil de agarrar.

Eres mi gentleMAN GOloso le repetía a diario.

   En una ocasión viajó hasta donde un chaMAN GOcho buscando consejo y este le dijo(Pongan acento andino); Uishh mija, no sea usted tan toche, tienes que hacerte amiga de los chinos. Si los trata bien, segurito tiene el sartén agarrao por el mango. Las personas repelentes no ganan nada y menos usted que esta más seca que un ganillazo.

   La doña volvió a su casa no muy convencida que esa era la solución. No muy contenta por lo que le dijo el chaman y también por el gasto que tuvo en el viaje, se quedó sin un mango.

   Al llegar a casa la doña quedó como caiMAN GOzando del sol, con la boca abierta, al descubrir que su linda cerca esta totalmente reparada, pintada, arregladita y su matica de mango amarillito con todos sus frutos intactos. Los vecinos al notar su ausencia pensaron que había muerto en otra ciudad sin que nadie supiera, pero regreso tranquila, eso si, más chupá que pepa e' mango en boca de vieja.

   Con un cambio de aptitud ya no se arMAN GOlpizas verbales. Los chamos respetan la cerca y la doña les da muchos mangos que ellos comen bajo un saMAN GOmozo que arropa el siguiente patio de otra doñita senil. Ahora es en ese patio que se forman los arroz con mango.

   Si una MANGOsta puede matar a una cobra, entonces puede haber esperanza.

Gracias por leer. Nos vemos pronto si el internet lo permite.