A MÍ Y A LOS TRES CHIFLADOS by @palabreador

palabreador (62)in Venezolanos Steem • 3 years ago

Saludos para todos, estimados amigos de Steemit y de Venezolanos Steem! Este desafío al que nos invita nuestra amiga @lilianajimenez, me puso a pensar en unas cuantas cosas que me han sucedido y que me hicieron reír a solas mientras las recordaba. Jajaja Cuántas cosas de esas de "A mí y a los tres chiflados!" En ese caso, me quedo con una que me sucedió hace muchísimo tiempo ya, hace unos 30 años, aproximadamente. Les cuento.

En aquellos años, como a muchos jóvenes en Venezuela, la situación me golpeó de forma muy dura. La ciudad donde vivía y vivo, estaba muy deprimida económicamente y yo nunca fui "rico de cuna" ni mucho menos. Tenía una hija pequeña, una esposa y un hogar que mantener con gastos crecientes que cada día se hacían más difíciles de cubrir, aunque ella también trabajaba. Los empleos, en su mayoría, eran eventuales, y yo aún no tenía un título universitario. Hacía lo que se me presentara por el medio: vender panes, dar clases particulares de inglés a jóvenes de bachillerato, pintar casas o canchas. En fin, nada de trabajo formal.

Mi madre, como toda buena madre, se angustiaba pero sin hacer mucha gala de su preocupación ante mí. Sabía que me gustaba resolver mis cosas por mi cuenta y que mis responsabilidades eran sólo mías. Sin embargo, en secreto, se comunicó con una de sus hermanas, quien tenía un yerno trabajando en una empresa transnacional con un cargo gerencial y le contó de mi situación.

Lo cierto es que un buen día, luego de llegar a visitar a mi madre, ella me dice que había hablado con mi tía, mi tía lo había hecho con su yerno y que, afortunadamente, estaban buscando gente para trabajar en la empresa y debía ir hasta la sede a una entrevista al día siguiente. Yo imagino que por la emoción o la confusión que todo aquello me produjo, grabé en mi mente una dirección: "Calle Vargas", y una referencia que no sé de donde salió: la ciudad de "Barcelona", ubicada en un estado vecino, a una hora y media de camino en autobús y me fui. Al otro día debía estar en esa entrevista.

Al día siguiente, me levanté de madrugada, me preparé, me despedí de mi esposa de entonces (años después, nos separamos) y salí rumbo al terminal. Tomé un bus, llegué a Barcelona y alrededor de las 8:30 am comencé a buscar la Calle Vargas, ya que aunque conocía esa ciudad, nunca escuché hablar de esa calle. Preguntando y preguntando, me ubicaron en una dirección donde estaba la empresa que debía buscar, aunque no era la tal "Calle Vargas". Pero, como lo que me interesaba era llegar a la empresa, fui hasta allá, pregunté, dije que venía referido y me vieron "como gallina que mira sal". "Aquí no estamos solicitando gente para trabajar!", fue la respuesta.

En ese momento sentí que el mundo se me venía abajo y que mi tía y su yerno me habían engañado a mi y a mi madre. Los odié! Jajaja Ante tanta insistencia y frustración, la joven que me atendió me dio una esperanza: "Bueno, en Cumaná (mi ciudad) existe una sub sede de la empresa. Voy a llamar a ver si tienen solicitudes de personal", me dijo y muy amablemente me pidió que esperara. A los pocos minutos, regresó sonreída y me dijo: "En Cumaná están solicitando personal para manejar. Vaya hasta allá y busque al señor X", me orientó, luego de lo cual le agradecí con una sonrisa en el alma, su diligente gestión, pero, para terminar la conversación, decidí preguntar dónde quedaba la empresa en Cumaná. Y me respondió: "En la Calle Vargas!"

Ustedes se imaginarán mi cara cuando me dijo aquello! Jajajaja Pues, sí! Resulta que la "Calle Vargas" a la que yo debía ir, siempre, siempre, siempre, estuvo en Cumaná! Quería que la tierra se abriera y me tragara; quería salir corriendo, me puse rojo! Que zancadilla me metí yo mismo! Lo peor del asunto no es sólo eso, sino que luego de retornar a Cumaná y llegar bañado en sudor a la bendita "Calle Vargas" y a la empresa, no me dieron el puesto porque no tenía licencia de conducir de 5ta!!