Para iniciar, es importante destacar que la pintura pertenece al "Renacentismo Flamenco", al contrario de lo que se piensa, su nombre proviene de Flandes, ciudad ubicada en Bélgica, de dónde surgen las primeras escuelas de este arte.

El Renacentismo Flamenco son expresiones historiográficas con las que se designan las producciones artísticas del periodo del Renacimiento en el territorio denominado tradicional pero equivocadamente, Flandes; la denominación no se aplica tanto al Siglo XV como al Siglo XVI, particularmente en la segunda mitad.Fuente

Es por esta razón, que Censo en Belén, cuenta una historia. Pieter Brueghel, el viejo; nos permite a través de su obra, viajar en el tiempo y transmitirnos cómo él imagina ese momento en el que María y José llegan a empadronarse en esa ciudad.

Personalmente, puedo disfrutar de ese viaje junto a Brueghel. Donde ubica el momento histórico en la temporada invernal (para los latinos no es común asociar la nieve con personajes bíblicos). Aunque la realidad es que sí y en contraste con los sentimientos nostálgicos de las pinturas con fondos invernales. Puedo inferir que el pintor disfrutó al poner toques de color en la vestimenta de las personas. Los rojos encendidos, expresan la alegría del ambiente festivo para la ocasión. De igual manera, el incorporar niños jugando y observando el trabajo de los adultos que están por todo el espacio le ponen mucho dinamismo al cuadro.

Por otra parte, María, la figura protagonista es ataviada con un manto azul y blanco, colores usados para representarla y en su mirada un aire de tristeza. Lo que me hace creer que se siente cansada por el viaje, unido al embarazo y estar montada en la mula. Ella, ajena al entorno, muestra una marcada diferencia del resto. Brueghel, empatiza con María, tal vez rememorando la situación y lo que pudo haber vivido en ese momento histórico.

A José, como hombre de familia, lo pintó con lo que parece ser una sierra al hombro y una cesta en la mano, instrumentos propios de su oficio como carpintero. Él dirige a su mujer entre dos carretas, haciendo su entrada triunfal como la madre del hijo de Dios, hasta el sitio donde están los del censo.
También se pueden apreciar la multitud aglomerada alrededor de la persona que está censando, como siempre pasa, desesperados por ser atendidos.

Por otra parte, se ven personas en distintas labores, unas preparando lo que aparenta ser comida, otras con animales y al fondo un grupo alrededor de una fogata, calentándose del frío.

Es una pintura muy bonita, con una energía positiva por los colores y mucho dinamismo. El suelo blanco por la nieve, resalta cada detalle de manera exquisita y es una forma de hacer énfasis en los personajes, las casas y todos los elementos que la componen. Para que estos siendo tan pequeños, puedan ser apreciados. Aunque los personajes están caracterizados con un aspecto casi infantil.

Finalmente se puede decir que, Pieter Brueghel, el viejo. Muestra la belleza del arte renacentista, donde el ambiente es la pieza principal y el escenario donde se cuenta una historia, en este caso un pasaje bíblico.

Pieter Brueghel, el viejo

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