Concurso “Mi amigo o mi amiga del alma!” / @mechepenguin

Ella es mi amiga María Gabriela, o como la llamamos Maga. Nos conocemos literalmente desde bebés, siempre hemos estado juntas, incluso estudiamos en las mismas escuelas y teníamos las mismas actividades extra académicas. Maga ha estado conmigo en las buenas y en las malas, soy una persona bastante reservada y dura, por lo que no llorare delante de nadie, pero Maga ha sido esa amiga que me ha dejado llorar en su hombro. Tenemos muchas cosas en común, pero a la vez somos muy distintas, Maga es muy tímida, muchos más que yo, aunque eso ha ido cambiando de a poco, aún no sabe cómo expresar sus sentimientos con palabras por lo que yo la entiendo y la hace buena para escuchar a los demás. Conozco a toda su familia y ellos a mí, de hecho todos sus primos y yo nos criamos juntos.

Maga es excelente para la música, ambas estuvimos en la sinfónica, pero Maga perduró más tiempo, también se metió con la composición, y por fin, me escucho para que estudiara canto, pues, tiene una bonita voz, solo que ella no creía eso o no se sentía segura de ello.

Ella y yo tenemos un sin fin de historias juntas, no somos de ir a fiestas, y de hecho no nos vemos mucho ya que ella vive bastante lejos de donde yo vivo y depende de sus tíos porque no tiene carro. Pero nos mantenemos en contacto, lo más que podemos, tampoco es que hablamos todos los días. Personalmente no soy de esas amigas que te escriben todos los días y Maga tampoco, nosotras sabemos que no se necesita estar excesivamente comunicado para ser buena amiga. Ambas sabemos que si nos necesitamos estaremos ahí para la otra, pase lo que pase. Claro, no quiere decir que no nos escribiremos para saber cómo vamos en el trascurso de la semana, normalmente nos vemos todos los sábados y jueves, pero con esto de la pandemia se nos ha complicado vernos.

Una anécdota que nunca olvidare aunque es un poco vergonzosa para mí, es aquella vez que fui a verla para ensayar. Recuerdo que teníamos como 11 o 12 años, y después de ensayar íbamos a salir, así que nos alistamos, salimos a pasear por su urbanización antes de que nos fueran a buscar. Su urbanización es bastante grande y dentro de esta hay otras urbanizaciones, así que, caminamos por toodaaa la urbanización. Le dije que tenía ganas de ir al baño y fuimos a que su tía, pero las ganas se me quitaron cuando llegamos, así que solo hablamos con sus primos y retomamos nuestro recorrido, ya estábamos bastante lejos de su casa, y Maga comenzó a contar chistes, yo le estaba diciendo que me estaban dando ganas de ir al baño otra vez, pero ella siguió contando chistes, llego un momento que me contó uno tan pero tan gracioso que me detuve y me reí a carcajadas pero no pude aguantar las ganas de orinar más, y pues, me orine en plena calle.

No sabía qué hacer si seguir riéndome o morirme de vergüenza, definitivamente me seguí riendo y Maga se unió a mi risa, tuvimos que regresarnos a su casa donde me di otro baño y me quite el leggin para quedarme con el vestido solo, pues, Maga no podía prestarme ropa, yo siempre he sido más delgada. Después de eso cada vez que lo recordamos nos reímos, han pasado ya 10 años pero nos reímos como la primera vez.

Maga y yo podemos hablar de lo que sea, puedo asegurarles que he estado con Maga tres días en alguna convivencia y hablamos los tres días seguidos, con el descanso para dormir y porque debemos hacerlo, porque si no seguiríamos hablando. Esto se trata de hablar de tu amiga del alma, pero Maga no es solo una amiga, Maga es mi hermana.