Solo tuve la dicha de conocer a mis abuelos maternos, soy hija natural y me entere de quien era mi padre biológico el día de su muerte cuando informaron en la radio acerca de su acto de sepelio; para entonces, mis abuelos paternos ya estaban muertos también. Con mis abuelitos maternos viví hasta el día de su muerte, fui la única nieta que vivió con ellos y como comprenderán, su consentida y la luz de sus ojos .

Mi abuela, María de Jesús García (Chua), era literalmente un pan de Dios; una melcocha en dulzura y cariño con todo su prójimo, muy católica, dócil, sutil y generosa en cantidades industriales; de la casa no se iba nadie sin comer así tuviera que regalar su plato de comida. Yo la amaba, la amo aun a sus 24 años de muerta, la recuerdo como si fuera ayer,;sus cariños, sus palabras dulces, me acuerdo que le colocaba mi cabeza en sus piernas y me sobaba el cabello hasta dormirme. Murió de cáncer de colon, una intensa agonía que no se merecía y cuide de ella, hasta el último de sus días un 24 de febrero de 19998; estuvo tres años en cama donde volvió a ser una niña prácticamente y me quedo la satisfacción de devolver un poquito de los tantos cuidados y amor desmedido que siempre me dio .

Mi abuelo Juan Bautista García por su parte, en carácter era todo lo contrario de mi abue “Chua” era fuerte, testarudo, imponente y arisco; asi era con todos menos conmigo, la nieta que ilumino su vida al nacer y eso que echo a mi mama de su casa cuando salió embarazada soltera pero este caramelito tropical, le ablando el corazón (risas). Tampoco fue su culpa, sus padres fallecieron cuando el apenas tenia ocho añitos de edad y era el mayor de 6 hermanos que criaron unos tios con carencias materiales y afectivas, el a su vez, hizo el papel de padre con sus hermanos. Igual yo siempre sobrelleve su carácter con mucho amor y paciencia, siguiéndole la corriente aun cuando haría lo contrario y asi fuimos felices; Dios me dio la dicha de tenerlo 100 años a mi lado hasta julio de 2007 que murió de vejez porque casi nunca enfermaba.

Tengo 46 primaveras, aun me faltan algunas anotaciones para llegar a la vejez pero para allá voy siempre y cuando Dios me de el privilegio de llegar a vieja. Al llegar Dios mediante, me gustaría vivirla tal cual como la vive mi mama; en paz consigo mismo y con los demás, sin mayores preocupaciones que algunas de salud perfectamente controlables y con el amor y la consideración de su familia y todo aquel que le rodea

Tengo ambas experiencias, en aras de expresar una opinión con propiedad en la dinámica le hice una pequeña entrevista a mi mami y en base a mis preguntas, estas fueron sus respuestas:

Hija yo me siento muy bien porque siento que uds mi familia, mis vecinos y mis amistades me quieren y me cuidan, por la calle la gente me respeta las canas y me tienen consideración; tengo amigas que se sienten como que son un estorbo en sus casas, como que las repugnan y ese no es mi caso, además todavía estoy "durota" gracias a Dios! Y se echó a reír .

Ay lo que no me gusta es cuando me enfermo, ese dolor de cólico renal que me ha dado ya dos veces pero bueno, ya se que manteniendo una dieta (que tampoco me gusta) y no abusando de los lácteos me puedo mantener bien pues. Y lo que mas me gusta es que yo a mis 72 años todavía me siento con ánimos de levantarme todos los dias a echar broma con uds, con mis vecinos y reírme de sus chistes, hacer mi cafecito como me gusta y compartirlo con quien llegue a saludarme y sobretodo; disfrutar de mi nietos María Milagros, Juan Pablo, Angel Ibrahim ,Aranza y darles cariño y consejos .

Con sus repuestas pude reafirmar que mi mami se siente en una vejez feliz porque desea todo lo que tiene en su vida y eso me hace sentir plena, claro; el tema aquí no soy yo, pero igual me llena de satisfacción. Por otra parte, conozco de cerca la penosa situación de mi tia Nancy y mi prima Ofelia; ellas viven juntas con los dos hijos menores de mi prima y viven en una sola pelea e insultos. Mi prima a pesar que mi tía es quien cuida de la casa y sus hijos no le tiene consideración alguna; la grita, la insulta alegando que mi tía es muy quisquillosa .

Ciertamente, mi tía si es algo especial con sus cosas de la cocina, la casa y pare ud de contar, pero son cosas que con la edad se van arraigando y pienso mi prima Ofelia no tiene ni una pizca de paciencia ni empatía para con ella. Aprovechando el nivel de confianza que ellas me tienen, he conversado con ambas para que pongan de su parte y traten de armonizar su relación, pero ninguna quiere dar su brazo a torcer y en este caso, mi prima, como mujer “madura” de 30 años es quien debería reconsiderar su actitud hostil hacia mi tía de quien tanto se sirve para que ella pueda laborar; ojala no recapacite en el momento que sea demasiado tarde o sus hijos le hagan vivir en carne propia lo que mi tía siente

Hasta aquí mi participación mis estimados amigos, disfrute mucho de emitir mi opinión en este polémico tema que tiene mucha tela que cortar y definitivamente no; no pienso en la vejez como un calvario, dichoso quien Dios le permite llegar a viejo porque para ese "calvario" en tal caso vamos todos y nada mejor que disfrutar a plenitud la sabiduría y experiencias que te da la vejez. Me encantaría conocer la opinión de @zulay7059 y de @nancy0 al respecto. Hasta una próxima edición de mi opinión importa amigos .