Hola querida Comunidad de Venezolanos Steem.

Personalmente me encantan las iniciativas o los retos que los usuarios de la Comunidad Venezolanos Steem proponen.

En esta oportunidad voy a juntar un reto de @lilianajimenez y una iniciativa de @cachetes-27.

Por una parte, @lilianajimenez, quien es una maravillosa mujer, quiere que sorprendamos a los jóvenes con algo que existiera en el pasado y que ahora puede estar en desuso, ha sido sustituida o sencillamente ya no existe.

Si quieren leer más sobre este reto super interesante pueden leer su publicación El juego del pasado, sorprendiendo a los más jóvenes y animarse a participar!

Yo pienso que podemos asombrar a muchas personas con este reto.

Por otra parte, @cachetes-27 y yo tuvimos una breve charla y ella me planteó esta iniciativa de estimular a los usuarios a hacer publicaciones 100% power-up, y me pareció una idea estupenda.

La publicación de @cachetes-27 para esta iniciativa es muy descriptiva y muy valiosa; no obstante, próximamente yo estaré ofreciendo mi versión criolla de power-up, jajajaja.

Para leer más, puedes visitar Iniciativa: 2 Semanas 100% POWER UP💦// "A Crecer Como Comunidad".

¡Así que, manos a la obra!

En los años 90 del siglo XX llegaron las computadoras a nuestras universidades. Eran muy costosas y una gran novedad. Cuando digo que llegaron a las universidades me refiero a que los estudiantes tuvimos acceso a ellas.

Anteriormente, nuestros trabajos eran escritos a mano o en máquina de escribir. La computadora fue una evolución total. No obstante, como todo, tenía ventajas y desventajas. Una ventaja era que se podían guardar nuestros borradores y luego podíamos leerlos, ampliarlos y mejorarlos sin gastar una hoja de papel. Entre las desventajas estaba nuestro continuo problema de la electricidad, si no había guardado una versión de lo escrito simplemente perdíamos el trabajo realizado durante muchas horas. Otra desventaja eran los virus o gusanos que entraban a través de la súper autopista de la información porque estas cosas virtuales, literalmente “se comían” los archivos ejecutables más importantes de los computadores, y también nuestros documentos.

Los primeros discos de almacenamiento que yo utilicé se llamaban "Discos Flexibles 5 ¼". Su capacidad de almacenamiento era apenas de 360 KB y los de alta densidad eran de 1,2 MB. De esos discos flexibles no me queda una muestra. Eran discos que se doblaban fácilmente y se dañaban.

Luego, llegaron los discos 3 ½. Esos discos eran, físicamente, más duros y podían almacenar 1,44 MB. Es decir, la felicidad total para aquella época. Aún así guardar un trabajo de la universidad se tenía que hacer por capítulos. Se pueden imaginar que para un simple informe teníamos al menos 6 archivos: introducción, metodología, resultados, análisis, conclusión y bibliografía.

Y no hablemos de almacenar fotografías o imágenes porque sólo se podía guardar 1 o 2 de mediana calidad.

_{Casualmente, en el baúl de los recuerdos aún tenía unos discos 3 ½. Yo compraba casi siempre una caja de discos que traían 10 de ellos. La caja que muestro aquí todavía existe porque allí guardo unos clips. No me pregunten para qué guardo clips, jajajaja.}

_{En esta imagen lateral de la caja pueden observar la capacidad de almacenamiento y otros datos técnicos.}

Pero lo que ustedes, jóvenes, sí conocen son los pendrives. Los primeros pendrives tampoco tenían mucha capacidad para almacenar información. A finales de los noventa, la tecnología avanzaba muy rápidamente y los archivos de imágenes eran muy pesados por lo que el almacenamiento en los pendrives siempre se hizo insuficiente sobre todo para quienes trabajamos en la universidad.

Como siempre he estado en trabajos de investigación, a lo largo de mi trayectoria como estudiante de pregrado y postgrado, he tenido que irme adaptando a los nuevos tiempos. En estos momentos una fotografía de buena calidad de un teléfono celular tiene bastante peso y se necesita espacio para poder guardarla.

Yo no tengo un teléfono celular bueno pero sí utilizo mi cámara fotográfica para los trabajos de campo y siempre tomo fotografías en alta calidad para trabajarlas o editarlas posteriormente, si así lo requiero.

_{He aquí parte de mi colección de pendrives. El de la izquierda es el que tiene menos capacidad y ya no lo utilizo. La cuerda servía para tenerlo colgado en mi cuello. Los demás tienen un poquito de mejor almacenamiento. Y el de la derecha, más pequeño y de color azul tiene 16 GB de alamcenamiento.}

Otro detalle del pasado son las tarjetas que comprábamos para ponerle dinero a nuestros celulares. En Venezuela, las empresas que ofrecían estos servicios hicieron una estrategia de marketing en donde por una cara aparecía un paisaje de nuestro país y por el revés había que raspar un código y estaban las instrucciones de cómo introducirlo en el teléfono celular.

Esas tarjetas telefónicas eran tan lindas que podían ser coleccionables. Yo tengo una tarjeta que me encantó y pueden ver el monto de la recarga. Antes, Bs. 500 eran un dineral.

_{Paisaje Merideño. Tarjeta Un1ca. El precio incluía el impuesto de Ley.}

Ahora se realizan recargas pre-pago a través de transferencias bancarias, o de servicios de recargas en algún negocio. Estás tarjetas dejaron de salir.

Invito a @eudisdiaz, @luzeroc4 y @nathyortiz para que realicen 100% power-up en alguna de sus publicaciones entre los días 22 de mayo al 5 de junio.

Espero haberlos sorprendido con el pasado y posiblemente haberles sacado una sonrisa.

Saludos Infinitos y gracias por leerme. Espero sus comentarios.

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Todas las fotografías de esta publicación son de mi autoría.

_{Los banner e imágenes de esta publicación fueron realizados por mí en power-point}