En estas fechas de diciembre mis hermanos y yo solíamos hacer muchas cosas para la casa: pintar, limpieza profunda, botar cosas rotas, podar las matas, etc. Colocábamos adornos y luces de colores en varias ventanas y nos acompañábamos con gaitas zulianas o larenses, y algunas friítas.

Ahora lo que nos queda son esos recuerdos hasta que hagamos nuevas historias. Casi siempre nos llamamos para rememorar esos días y nos reímos mucho de nuestros inventos.

Para seguir el cuento, la música que utilizo para la cena del 24 de diciembre (yo soy el discjockey, jajaja) es música de fondo y que no perturbe el algarabío de los comensales. A mí me gustan las parrandas, los aguinaldos y villancicos, así que Los Tucusitos son infaltables.

No obstante, también ubico el disco de Quinteto Contrapunto (1965) - Aguinaldos para escucharlo cuando vamos terminando de cenar. Como anécdota, y que no viene al caso pero me da orgullo, les comento que tuve el honor de conocer algunas de estas voces emblemáticas para el folklore venezolano y me es muy grato tenerlos en nuestra sobremesa.

Creo que todos saben que me gusta mucho el tema Niño Lindo (recopilación del Maestro Vicente Emilio Sojo) porque contiene todo lo que siente mi corazón con respecto al Niño Jesús; además, es una canción absolutamente popular y con una melodía sumamente sencilla que se puede tocar con 4 acordes del cuatro.

Después de la sobremesa, es decir lavar los platos, empiezan las gaitas, jajajaja.

Mis hermanos, muy acostumbrados a mis gustos decembrinos (antes me criticaban demás, jajaja), me dicen que oyen al Quinteto Contrapunto para sentirme presente en sus mesas. Supongo que mis sobrinos se aburren mucho con este tipo de música pero en algún momento comprenderán que estas son las tradiciones de la familia.

Espero que puedan oír todo el disco y que lo hagan parte de sus navidades como lo es para mí.