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Hoy fui al Centro Histórico de la ciudad de Cumaná y me he llevado la sorpresa de la mañana.

Esa zona, pensaba yo, tiene ventanas del siglo XIX, e incluso de fechas anteriores, por la data de construcciones de esas casas coloniales, y son espectaculares. Pues no fue así!

Estuve en el Callejón Santa Inés, en el Callejón de El Alacrán, en la calle Bolívar (antes de la Gobernación) y en la calle La Luneta. Obvié la calle Sucre (antes de llegar a Santa Inés) pues esas casas han sido bastante fotografiadas.

La sorpresa está relacionada con las ventanas cerradas. Ah! Se me olvidaba, no hay ventanas sin rejas (eso no es sorpresa) pero, para ser sincera, es algo que me ha abrumado siempre. Yo he visto colocar rejas en balcones y ventanas en un piso 22 de un edificio. A veces me preguntó para qué colocar una reja en una ventana que está en un apartamento en el piso 22, pues cualquiera me contestaría –para la seguridad! En fin, así es Venezuela.

Disculpen el paréntesis, vuelvo a las ventanas de hoy. Todas las ventanas estaban cerradas, algunas incluso no existen pues sólo quedan los marcos de lo que fue una ventana y fueron trancadas con bloques.

Aquí abro otro paréntesis. Recuerdo que en la ciudad de La Asunción, en la Isla de Margarita, se hicieron resoluciones importantes que estaban vinculadas para preservar el Casco Histórico de esa ciudad. Muchas de ellas se relacionaban con la arquitectura y se prohibió, en otras, la demolición de casas coloniales o la construcción de edificaciones de dos plantas (por lo menos en los lugares donde estaban esas casas). Este tipo de Resolución coadyuva a preservar la historia arquitectónica de nuestras ciudades.

En Cumaná, hace mucho tiempo, también se realizó un intenso trabajo en el Casco Histórico, orientando a los dueños de esas viviendas en la colocación de los aires acondicionados para preservar las fachadas de las casas lo más original posible.

Encontrarme con todas esas ventanas cerradas me hizo pensar en qué había dentro de las casas. ¿Estaban abandonadas? ¿Aún vivía alguien en ellas? ¿Serán de las mismas familias que las compraron hace años? ¿Están alquiladas? ¿Sirven de depósitos de los buhoneros del centro? En fin, uno puede hacerse miles de preguntas y seguramente nunca me haré la correcta.

También pensé que con ventanas cerradas pueden ocurrir episodios como el triste rapto de Hortensia. Ella fue una señora hallada en la calle Las Flores y que estuvo encerrada en una casa por más 50 años. Eso fue un escándalo en Cumaná por las personas que estuvieron involucradas en ese hecho.

Es toda una leyenda urbana digna de una película o serie de televisión.

La fotografía fue realizada en un plano horizontal y la luz fue natural. La ventana es de madera con más de dos metros de altura. Puede abrirse en dos hojas. En la parte central hay romanilla que ocupa, más o menos, un tercio del alto de la misma. Esa porción, normalmente, se puede abrir sin necesidad de abrir la hoja completa.

Invito a @terelife, @antonioeviesart y @jessfrendcor a hacer una fotografía para participar en este concurso.

Si te animas a presentar una fantástica ventana, te invito a participar en el Concurso de Fotografía – Ventanas y tal vez nos puedes contar su historia.

Espero que les guste mi entrada al Concurso fotográfico de @evagavilan. Mi participación en el mismo es simbólica.

Saludos infinitos!

Photo @marcybetancourt
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