“Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza en el año 2021” por @majo12

Hago mi entrada a tan honorable concurso en honor a Miguel de Cervantes.

Fuente

El Quijote Del Orinoco

Días atrás no muy lejanos en el malecón del majestuoso río Orinoco estaba Don Quijote de la Mancha, con su mirada en el horizonte, como quien contempla el hermoso amanecer de esta bella ciudad, con un tono amistoso se dirige a Rosinante:

-Amigo ¡Qué bella mañana!, parece que el sol toca al río ¿Qué se haría Sancho? Si ya se, vas a pensar y luego me respondes. Mientras eso pasa me tomaré unas selfis contigo.

Mientras Don Quijote se tomaba las fotos, se acercaba al lugar el esperado Sancho Panza con guantes y tapaboca puestos. Le dice el Quijote a Rosinate:

-Amigo ¿Quién es ese enmascarado que viene hacia nosotros? Unnnn Sancho Panza y su burrito ¿y por qué se taparán la nariz y la boca? ¿Tenemos mal olor?... ¡Espera que lleguen a nosotros!

Al reunirse los cuatro el caballero de Hidalgo no dejaría pasar la oportunidad de preguntar:

-Sancho ¿Por qué la máscara?
-Don Quijote es un tapabocas.
-Entonces ¿No comerás?
-Si comeré solo me cuido de la pandemia. Hemos venido de muy lejos a esta tierra maravillosa, no podemos arriesgarnos y enfermar.

Dicho esto Don Quijote se quedó mirando fijamente al río y en las aguas se notaba, como en otras oportunidades, alguna cantidad de monte flotando en la superficie y le manifiesta a su amigo:

-¡Sancho, mira eso!. Desde España nos están siguiendo. ¡Vamos! Vayamos al agua y venceremos esta batalla.

Fue así como empezaron a caminar hasta llegar a la cruz del perdón y bajaron juntos hasta la orilla del río. Don Quijote lleno de energía como quien va a una batalla y su amigo allí, a su lado, a pesar que no veía a los enemigos.
-Don Quijote ¿Dónde están aquellos que nos perseguían?
-Sancho ¡Los hemos vencido! Solo con nuestra presencia. Fue difícil la batalla, pero la hemos ganado.

Regocijados por el triunfo regresan en busca de sus animales. Cuando empiezan a subir las escaleras para retornar ve Don Quijote en la parte superior a una bella dama, cuyo cabello se movía al ritmo de la brisa y dice:

-Sancho allí está mi amada, ¡es Dulcinea! Vino de lejos a buscarme porque no podía vivir sin mí.
-Don Quijote, no la veo.
-Sancho te tapas la nariz y la boca, pero los ojos no te funcionan.
-¡Claro allí está tu bella dama!.

Al llegar a la parte de arriba invitaron a la dama a caminar y comer con ellos. Juntos vieron el atardecer del Orinoco. Hablaron y rieron todo el día de sus hazañas en estas tierras maravillosas.

Reflexión: Quiero destacar con esta obra actualizada el valor de la amistad y de la fidelidad. Don Quijote amaba a sus amigos (Sancho panza y Rosinante). Y Sancho le correspondía acompañándole en su historia de amor y en cada una de sus batallas por irreales que fueran. ¡Que viva la amistad!

Hasta otra oportunidad.