17mo Mini Concurso – Stop + El hueco del horror. 100% power up
Con voz baja y pausada Petulia Pérez les cuenta a sus nietos la historia del hueco del horror, tal como llamaban al actual aljibe que había en casa, con los ojos sobre saltados y las orejas bien paradas no eran capaces ni de parpadear. Petulia sin detenerse empieza su relato.
Hace muchos años, tanto que ya no lo recuerdo con exactitud, Pepitiorez empezó a sacar tierra hasta abrir un hueco muy profundo junto a la mata de plátano que está en el patio, mientras hacía su trabajo escuchaba el llanto de unos niños, tan cerca que parecía que venía de la misma tierra. Fueron muchos días de esfuerzo hasta que sufrió un mal que no lo dejó usar más la pala. Repetía a cada momento: lloraban, lloraban y lloraban.
Así Japaspataro continuó el trabajo que no había terminado Pepitiorez, cuando el hueco empezaba a mostrar profundidad aparece un pájaro color plata que emitía un sonido como el de un niño llorando. Japaspataro no soltó la pala en ningún momento y aunque sus manos temblaban se mantuvo siempre con la mirada hacia su objetivo, también de allí salía llantos de niños, cada vez era más fuerte, tanto que los vecinos podían escuchar. Inevitablemente llegó la policía.
El funcionario quiso parar a Japaspataro, pero él se mantenía firme en su trabajo, no entendía porque si buscaba agua encontraba llanto, parecía un cementerio de niños. Así estuvo tres días sin parar, a punto de desmayarse siente la humedad de la tierra y pensó he encontrado las lágrimas de las criaturas que lloran, ahora debo conseguirlos a ellos.
El hueco ya era muy hondo, el pájaro color plata se quedó reposando en la parte superior y el hombre apenas se veía por la distancia, al lado del pájaro ve a un anciano que le dice:
-Ven hijo, sal, comete esta +pasta* para que tengas fuerzas. En este lugar fueron enterrados cinco hermanitos, algunos dicen que vivos, otros dicen que muertos, el alma de uno de ellos se escapó y como un pájaro cuida a sus hermanitos.
El hombre temblaba del asombro, abismado de la frialdad del anciano, casi sin fuerzas, entre acostado comió pasta y jugo de piña, pensó en las palaras del anciano y por su cabeza solo un pensamiento pasaba: “tengo que encontrar y liberar el alma de esos niños”. Así que bajó nuevamente al hueco del horror. Mientras más tierra sacaba, más llanto escuchaba.
Después de tanto trabajo consiguió las venas de agua que al fin llenaría aquel pozo, se puso de rodillas y pensaba en aquellos niños, se preguntaba así mismo ¿será verdad?, ¿qué madre sería capaz de enterrar a sus hijos? Cuando en el silencio del hueco escuchó el cantar del pájaro:
Mamá nos ha enterrado
Por los mangos que han faltado.
No quería molestarlos
Necesito agua, pero quiero liberarlos.
Buen hombre lo has logrado,
aunque este pozo a todos ha asustado,
empezaban y nadie había terminado.
Habrá agua para los tuyos
y todos los que el dolor han respetado.
Pero los necios serán espantados.
Hooooo!!!! Muy buen relato profe. Se boto con ese cuento.
Guao! Qué cuento un que palabra tan difícil de escribir y pronunciar. Quedé de impacto. Jejejejeje 😅 pero, gracias por con nosotros. Saludos
Gracias mi profe por leer y comentar.
Amiga que.profundidad de relato, además deja un mensaje tan bonito 🤗👏👏 Fascinante historia.
Felicidades y Suerte🙋👌
#affable #onepercent #venezuela
Gracias por visitar y comentar...
Este cuento contiene elementos de miedo y también de horror @majo12.
Fuiste anudando una historia en donde se mantiene el suspenso hasta el final.
Te faltó colocar por separado las palabras del stop (ejercicio 1) y las nombre propios combinados (ejercicio 2).
Eres la participante número 31
Gracias por la observación y la oportunidad de participar.