Venezuela Concurso Semana 14-EL MANGO LA FELICIDAD PARA CINCO Y UNO MÁS, por @lisbettvcc.

Hace muchos años atrás una familia de cinco personas que vivían en una pequeña habitación, en ese mismo espacio tenían una cocinita de una hornilla a gas y una cama para los cincos.

Contaban con un terreno que la madre había heredó de su padre, pero no tenían muchos recursos económicos para fabricar su casita, mientras la familia sembraron unas mágicas de mango que le había regalo, la abuela de los niños, La madre y sus tres hijos se iban todos los días al terreno a limpiarlo y regar sus matas, mientras que el padre trabajaba para darle a sus hijos, las matas fueron creciendo frondosamente, logrando un gran tamaño para dar frutos y una sombra que servía para pasar un rato agradable..

Cada vez que llegaba su época la mata cargaba una gran cantidad del frutos, la madre se levantaba muy temprano recogia cestas de mangos e iba al mercado a venderlos. Con la ganancia compraba que comer para sus tres hijos y el resto compraba materiales de construcción para ir haciendo su casita. Las matas estaban bendecidas porque cargaba hasta tres veces al mes...

Con el paso de los tiempos la familia al fin pudo hacer y tener su casita, estaban muy felices porque gracias a ese frutos lograron realizar parte de un sueño...

Humilde hogar y en su frente, hermosa mata de mango

Al caer la tarde la familia se sentaban debajo de unos de los árboles para compartir, todos juntos comían de ese fruto en cantidades, los vecinos y amistades del pueblo se acercaba a la casa y pedían que le regalaron aunque sea unos cinco manguitos; ya que eran muy ricos y dulces en su sabor... La madre muy contenta iba y le regalaba hasta un tobo lleno para que todos comieran...

Hoy en día la madre ya no recoge el fruto para venderlos al mercado, ahora los recoge para hacer dulce, carato y helados para vender en casa, y el jugo para acompañar en las comidas, regalaba a todos aquellos que quieran de el.

Había un jovencito que iba tres veces al día, y tiraba el mango a fuerza de palos y piedras, la dueña de las matas estaba en la cocina lavando las ollas y las sartenes, escucho cuando caían al suelo los mangos verdes, enfurecida agarró el sartén por el mango y salió a ver quién era, y sin pensarlo lo cayó a sartenazo, el jovencito ya con miedo salió corriendo sin mirar hacia donde iba....

Al dia siguiente el joven volvio y llamando a la dueña con miedo le pidio permiso, era muy pobre y le llamaba al mango quita ruido, la madre inocente a lo que el decía, le preguntó porque le decía así? Y el joven respondió diciendole que era porque le calmaba el hambre, desde ese momento, ella dejó que el joven recogiera una parte del fruto y saliera a venderlo para que se ayudara un poco con su alimentación...

La madre y el resto de la familia se sentía muy feliz porque así como las matas de mangos los ayudó a ella y a su familia en aquel tiempo, hoy en día ayuda a un joven a sobrevivir...