Desde hace casi un mes he querido realizar esta publicación en la que dejo plasmado en mi diario los avances que, en cuanto a remodelación se refiere, estamos viviendo en nuestro negocio familiar Panchitas Burgers.

Ya les he contado con anterioridad que junto a mi esposo llevo las riendas de un lugar de venta de comida rápida. Ya cumplimos cuatro años y hemos ido creciendo paso a paso. Esta es la segunda remodelación que hacemos y estoy contenta de poder compartir en el juego del diario, cómo vamos.

No sé si les conté, pero hago un recuento para ponerlos en contexto:

Cuando comenzamos en el año 2020, no teníamos establecimiento, local, o algo parecido a un restaurante. Cocinábamos en la cocina de la casa y atendíamos a los clientes en unas mesas que colocábamos en la acera. Luego vino la pandemia y nos tocó colocar las mesas en el porche de la casa y atender a través de servicio a domicilio. Al terminar la pandemia hicimos nuestra primera construcción que fue colocar la cocina de Panchitas Burgers. Esta cocina quedó ubicada en lo que era antiguamente el jardín de casa.

El presupuesto de aquel entonces, solo nos alcanzó para la cocina y no pudimos colocar techo ni hacer nada más.

Ahora, en este 2024, logramos por fin avanzar en las remodelaciones y ambientación. Por fin se pudo colocar techo. Es decir, se mandó a techar toda la zona de la cocina y el garaje, donde tenemos planeado colocar las mesas y las sillas. Y hablando de mesas y sillas, pudimos comprar un par de mesas más con sus respectivos asientos.

Renovamos los utensilios de cocina y aumentamos la existencia de vasos, platos, cestas para papitas y más. Compramos banquitos o taburetes, para poder ofrecer más asientos cuando llegan gran cantidad de clientes.

Recuperamos las paredes y pintamos, rejas y otros espacios. Pintando rejas me enfermé un poco, pues, el fuerte olor generó en mí problemas respiratorios, de manera que por mi salud tuve que parar de pintar, cosa que nos ha atrasado bastante, pues mi esposo está muy ocupado la mayor parte del día y solo tiene libre algunos fines de semana. Sin embargo, ya me siento mucho mejor y estoy pensando en retomar la pintada de las rejas y puertas.

El avance más esperado:

Desde hace más de 5 años el carro de mi papá dejó de funcionar y hace como 3 años, se comenzó a vender por partes, lo que fue dejando en el garaje un cacharro destartalado que no hacía más que estorbar. Era uno de mis grandes deseos, poder deshacernos del armazón del carro, para limpiar, pintar, y ambientar el garaje para poder recibir clientes ahí.

Logramos ubicar a quien lo picara en pedazos y por fin se lo llevara. La diferencia fue inmensa. Después de 5 o 6 años viendo ese espacio inutilizado y acumulando polvo, el poder liberarlo fue increíblemente satisfactorio.

A partir de ese momento pudimos limpiar, pintar y colocar una gigantografía que hace mucho queríamos usar para decorar.

Paso a Paso:

Aún no hemos terminado. A veces me desespero, pero confío en que el tiempo de Dios es perfecto y cuando tenga que estar todo listo, estará.

Compramos un bonito follaje y unas láminas que imitan ladrillos, para decorar una pared. También compré unas lucecitas para adornar, estoy segura de que todo quedará muy bonito y eso me emociona.

Les prometo que les mostraré el resultado final. Espero que muy pronto.

Todas las imágenes me pertenecen, fueron tomadas con un celular Samsung A10.