La temática que hoy compartiré con ustedes me dejó entusiasmada apenas la leí, y es que @charjaim, mi querida madre, cada lunes nos sorprende con una propuesta diferente, donde nuestros dedos no pueden parar de teclear y las palabras bullen en nuestras mentes a altas revoluciones.

Con un video del periodista y narrador argentino Hernán Casciari, nos da un abrebocas de lo que será este compartir de ideas acerca de esos aparatos que han ido evolucionando tan rápido que muchas veces nos deja boquiabiertos con las maravillas que con el se pueden hacer.

Se trata de los celulares, esos artefactos de telefonía y comunicación que se han convertido en nuestra mano derecha, tanto así que hasta los dedos pulgares están evolucionando y ya nacen los bebés con pequeños pulgarcitos adaptables a los celulares.

En la propuesta @charjaim nos pregunta lo siguiente acerca del teléfono móvil en nuestra vida; ¿La ha mejorado un cien por ciento?¿Se ha convertido en un elemento perturbador? ¿Consideras necesario que las parejas los tengan bloqueados? ¿Te ha salvado en una situación azarosa?¿Te has equivocado al enviar un mensaje y te trajo inconvenientes? y nos invita además al reflexionar al respecto.

Si se animan a participar en esta interesante iniciativa, acá les dejo el link

El celular en mi vida.

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La primera generación de celulares pesaba un kilo y comenzaron a ser comercializados por ahí en la década de los 70. Aunque ya hace mucho que habían inventado la telefonía por allá en 1955 o antes, pero eran muy grandes y pesados porque estaban destinados a ser usados solo en vehículos, pero eso es otro cuento muy, muy antiguo.

Yo me remontaré a la época de finales de los 90's cuándo la existencia de esos aparatos hizo mi vida más feliz. En los 80's conocí un celular de esos grandes y por curiosa me metí en tremendo problema con regaño incluido, pero esa también es otra historia.

La historia que les contaré comienza cuando conocí al que es ahora mi esposo, y que desde hace 23 años está por aquí conmigo caminando a mi lado. En aquel entonces él estudiaba en otra ciudad a 7 horas de aquí y nos veíamos cada tres meses.

Así cómo se cuenta en el video, la distancia y la incomunicación era el mayor problema que nos tocaba experimentar. Pasar semanas sin que supiéramos el uno del otro, generaba en mi una angustia tan inmensa que todavía cuando lo recuerdo se me arruga el corazón. Mi gran apoyo aunque él no lo sepa (yo creo que si lo sabe) fue mi hermano @leonardoj333 que a veces contento y otras a regañadientes me acompañaba hasta los sitios donde había teléfonos públicos ¿Se acuerdan? ¿aquellos tragamonedas o come tarjetas? Bueno esos... hasta allá me iba cada martes o a veces los jueves a llamar a @panchocroquer.

Mas o menos un años después, mi suegra decidió comprar uno de esos aparatos celulares que estaban revolucionando el mundo. Era de aquellos que burlonamente llamaban Baby bloque, porque eran un pelín más pequeños que los anteriores (Esos si eran un bloque) Ella lo compró para poder estar más comunicada con su hijo... Para nosotros dos, fue un regalo caído del cielo.

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Tantos años después todavía siento que fue un regalo del cielo. Me fascina la tecnología y todo lo que con ella se pueda hacer. Poder estar comunicada con los seres que amo es vital para mí. En aquel entonces me llenaba de dicha saber de mi novio, y estoy segura de que gracias a ese acompañamiento por telefonía celular nuestra espera fue más llevadera. Hoy me mantengo comunicada con mi madre y eso me mantiene tranquila. Hace un año y medio no tenía teléfono y se me hacía complicado saber de ella, desde que podemos estar al tanto la una de la otra vía Whatsapp todo fluye más bonito.

Me hace muy feliz estar en contacto con mi gente, sobre todo los que viven lejos.

Entonces después de tanto escribir les digo que mi reflexión es esta; los celulares son maravillosos, nos permiten hablar y ver a los que amamos, nos muestran un mundo de curiosidades maravillosas, nos permiten alertar de cualquier cosa, dar ayuda, solicitarla y recibirla. Son infinitos los beneficios que de ellos podemos obtener.

Y así cómo todo en exceso hace daño, es importante equilibrar el uso que le damos, la forma y el lugar donde los usamos, el tiempo que pasamos con ellos, y la cantidad de tiempo para prestarlos a nuestros hijos. Estar consientes de la edad de nuestros niños a la hora de regalarles uno, o de simplemente dejar que los usen, todo eso forma parte de un equilibrio que nos permitirá disfrutar sanamente de estos aparatos.

Hamsel y Gretel tenían que sanar la relación con su papá, porque aún con celular los habría querido abandonar en el bosque por culpa de la madrastra. Romeo y Julieta aún con el mejor de los iphones no habrían podido controlar el odio que se tenían sus familiares. Hasta Don Quijote de la Mancha se habría confundido enviando Whatsapps a Sancho, pensado que era a Dulcinea a quien escribía.

Y así culmino mi participación en esta dinámica de producción de contenido. Fue muy entretenido y agradable.

Invito a @santamorillo, a @leonardoj333 y a @panchocroquer.

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