SEGUNDO CONCURSO “EL HUMOR VENEZOLANO” – POESÍA - Los tres cazadores - @leonciocast

Un saludo muy cordial a toda la gente alegre de #venezolanossteem y de manera especial a nuestras amigas @marcybetancourt y @solperez.

Hoy probando suerte les traigo este relato en forma de poesía pero para reírnos un rato. El chiste se llama los tres cazadores y espero que lo disfruten.

Fuente:

Los tres Cazadores

Tres amigos de la ciudad
se fueron de cacería
se internaron selva adentro
a ver qué atraparían.

Caminaron por varias horas
y ninguna presa veían,
acordaron dividirse
y afinar su puntería.

El primero que cazara
una apuesta ganaría,
al llegar a la ciudad
a todos les brindaría.

Juan se fue por el Norte
con mucha galantería,
Pedro salió hacia el Sur
diciendo que ganaría.

Y Luis tomó el Este
con risa de picardía,
diciendo a los demás
mañana me tomo una fría.

Juan caminó por horas,
era ya el mediodía,
se acostó al lado de un árbol
sin sospechar lo que le vendría.

Una tribu lo rodeó,
lo querían hacer triza
apuntándolo con sus lanzas
le decían isa, isa.

Asustado se imaginó,
que querían su camisa,
quitándosela se las entregó
apurado con gran prisa.

La tribu al ver al hombre
tan pálido como una tiza,
se marcharon con su trofeo
de aquella hermosa camisa.

Fuente:

Mientras tanto Pedro asustado
por no encontrar el sendero,
le salieron veinte pemones
diciéndole ero, ero.

Como no entendía nada,
les dijo oigan compañeros,
no sé lo que me estén pidiendo
pero agarren este sombrero.

Los indígenas contentos,
con un grito de guerrero
se marcharon de aquel sitio,
perdiéndose en el estero.

Fuente:

Por su parte Luis cazó
un hermoso cervatillo,
pero cruzando el río lo perdió
al huir de un cocodrilo.

Al llegar a la orilla
le lanzaron un ladrillo,
una tribu lo rodeó
diciéndole illo, illo.

Pensó que para salvarse
les debía dar el fundillo,
se puso en cuatro pata
quitándose el calzoncillo.

Después de algunas horas
se reencontraron los amigos,
y Juan conto su historia,
temblando por aquellos pillos.

Les dijo les di mi camisa
y me dejaron tranquilo.
me vine en una carrera
y fue cuando me encontré contigo.

Pedro tomó la palabra
y dijo a mí me pasó lo mismo,
pero les di me sombrero
y se acabó el barbarismo.

¿Y a ti que te pasó?
¡cuéntanos lo acontecido!,
preguntaron los dos
a Luis que estaba intranquilo.

Me salieron al encuentro
diciéndome illo, illo.
Pensé que allí moriría
en manos de aquellos pillos.

Pedro dijo entonces:
¿y les diste el cuchillo?
¡Cónchale no se me ocurrió,
lo que les di fue el fundillo!

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