Venezuela Concurso - Semana 14. Mango, mango, mango, mango.

(Gráfica de promoción del concurso).

Gráfica propia y elocuente:

.- El mango del cuatro.
.- El mango de bocado.
.- El mango del cuchillo.
.- El mango de la escoba.
.- El mango @lecumberre. (Je, je).

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Por aquí vengo con la intención de participar en este concurso promovido por @marcybetancourt quien dice que la idea surgió del "coco" de @solperez, y donde nos invita a elaborar una publicación en la cual toman fuerza los giros lingüísticos y hasta anfibológicos de la palabra mango.

En verdad que es como para despertar la creatividad en la elaboración de un cuento en el que hay que añadir las aplicaciones de esa palabra.

En nombre de Dios, deseo mucho éxito en este concurso.

Mango, mango y mango.

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La conocí en el mes de mayo de 2017, y fue debajo de un árbol de mango, en el pueblo donde resido, es decir, en San Juan d elos Morros.

Nos caímos en sangre porque la simpatía fue mutua, y para ella que venía de Guanare estado Portuguesa, la alegría invernal la sorprendió en mi tierra.

Se llamaba Soledad, nombre que desdecía por completo de su forma de ser, asediada de carisma, entusiasmo y cordialidad.

Le pregunté:

—¿Te gustan los mangos?

De inmediato me dijo que sí, y yo, para congraciarme, y sin pensarlo 2 veces, me lancé con firme decisión a trepar aquel árbol adornado de esas frutas deliciosas mientras ella me veía con asombro cuando lanzaba cada unidad a una cesta a la que no le fallé ni una sola vez.

Yo estaba emocionado porque la cara feliz de Soledad me decía que iba a corresponder a mi amor.

Pero faltando menos de 2 metros para llegar al suelo, se reventó la rama por donde venía, y me di tremenda caída, justamente, sobre la cesta llena de mangos.

Por fortuna, no sufrí ningún daño, pero lamentaba haber dañado unos cuantos mangos.

Luego, ya cerciorados de que no me había pasado gran cosa, me cambié de ropa, y regresé con mi cuatro, instrumento que le causó mucho agrado.

Agarré el cuatro por el mango, y le interrogué:

—¿Te agrada la música venezolana?

Ella se extrañó, y me contestó:

—Chico, claro que sí. Por algo soy llanera de Guanare.

A mí la única vez que una mujer me dijo que yo era un mango, recuerdo clarito fue cuando comentó casi gritado.

—¡¡¡Eres un mango, mi vida!!!

Yo me quedé sin explicación, pero ella remató.

—Sí, un mango, ¡pero un mango podrido!

Bueno, le eché ese cuento a Soledad, y nos reímos en grande porque se sabía con certeza que yo no era ningún mango.

Le canté varios pasajes llaneros a mi querida Soledad, así como canciones dedicadas al mango, como "El manguero", y luego busqué un cuchillo que agarré por el mango y los pelé para mayor facilidad, y después que terminé, nos metimos en internet, y escuchamos canciones del Grupo Mango, entre ellas, "Mango, mangué".

Pero la felicidad llegó a su fin, y no volví a ver a Soledad porque fue un verdadero misterio su breve compartir. He pagado varios carros expresos a Guanare, y nada que aparece Soledad.

El que quedó con la soledad, y comiendo mangos solo fui yo.

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FIN.

Bendiciones de mi Dios quridos para todos.

Mi nietico Noam, de 7 meses de edad, comiéndose un mango de hilacha. Gráfica propia.

Este es el enlace para participar.

https://steemit.com/hive-108800/@marcybetancourt/venezuela-concurso-semana-14-mangos