Echando de menos el cine venezolano
Se celebra hoy el Día Nacional del Cine (o del Cine Venezolano), efeméride que responde a lo fijado para recordar la primera proyección de cine en Venezuela, que, según la investigación, se realizó el 28 de enero de 1897 en el Teatro Baralt, de Maracaibo (Estado Zulia), cuando fueron exhibidos los cortometrajes Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo, realizados por Manuel Trujillo Durán (ver).
Soy un declarado cinéfilo, incluso me he dedicado por años, en mi ciudad (Cumaná) y en mi país, a promover y difundir el arte cinematográfico como docente universitario y de cursos libres, y promotor cultural, en este caso impulsor de cineclubes (Cineclub 8y1/2), espacios alternativos (Casa Ramos Sucre, Sala Episcopal, SAFOH en la UDO, etc.).
Sin embargo, toda la situación de nuestro país nos ha llevado a una experiencia directa con el cine (no solo el venezolano) casi inexistente. Lo digo con enorme y dolorosa confesión. Quizás las últimas realizaciones cinematográficas venezolanas que pude disfrutar, bien sea en salas de cine o por copias en dvd (no necesariamente "legales", pues a eso llegamos), fueron de los años 2013 o un poco más allá, cuando mucho, 2015. Me refiero a filmes de calidad como Piedra, papel o tijerade Hernán Jabes, Azul y no tan rosa de Miguel Ferrari, Pelo malo de Mariana Rondón, o Desde allá de Lorenzo Vigas (ver una buena lista aquí).
No hay duda de que los cineastas venezolanos (con guionistas, directores de fotografía, editores, etc.) han hecho un encomiable trabajo, de calidad, pese a todas las inmensas y numerosas dificultades; desde nuestra querida Araya (1958), de Margot Benacerraf, pasando por El enemigo, por ejemplo, de Luis Alberto Lamata y llegar a Érase una vez en Venezuela, de Anabel Rodríguez, filme que obviamente no hemos visto, pero del que conocemos por entrevistas y comentarios en la web.
No sé si como venezolano o como cinéfilo tendrás el sentimiento que hoy se me hace mayor: la nostalgia y la inconformidad de no poder acceder a nuestro cine. Lo celebramos y nos duele.
Estaremos siempre atentos a su desarrollo, aunque nuestras posibilidades no nos permitan un acceso directo a sus realizaciones. Y, por supuesto, celebrando que existen cineastas, guionitas y técnicos dispuestos a seguir dándole vida a nuestro cine, que es quizás la primera y principal visión de lo que somos. ¡Felicitaciones!
@josemalavem es importante colocar etiqueta steemexclusive. Eso significa que esta publicación no puede estar duplicada en otras blockchain, y entrará en la ronda de votaciones del Programa de Apoyo para las Comunidades.
Gracias. Eso no lo sabía.
Hola @josemalavem. Tengo una nostalgia grande como la tuya.
Me hace falta ir al cine, reunirme con los amigos, tomarme un café para criticar la película... tantas vivencias que encierra el cine.
Y además me hace falta ver cine venezolano para encontrar nuevas temáticas y nuevos desafíos.
Celebro contigo y con todos los cinéfilos el Día Nacional del Cine Venezolano. Gran abrazo! Magnífica publicación.
No conozco mucho del cine venezolano, pero me esta interesando mucho los últimos días. Gracias por compartir :)
Gracias por tu visita, @camposart. Como digo en mi post, he tenido poco acceso al cine venezolano reciente, por las condiciones indicadas. Puedo dar fe de filmes hasta el año 2017 aproximadamente. Hay un filme que se está recomendando mucho (posible nominada al Oscar como mejor película extranjera por Venezuela) cuyo título es Érase una vez en Venezuela. Saludos.
Gracias a ustedes por darnos la posibilidad de publicar nuestros posts que resalten aspectos de nuestro país, y el apoyo a ellos. Saludos.