Las tres felinas viven conmigo desde hace un tiempo. Dos de ellas son muy parecidas a pesar de no estar emparentadas. Estas son Mitty -cuyo nombre completo es Mittwoch, pero le hicimos un diminutivo para evitarnos problemas con el deletreo del mismo- y Lilly. Esta última es la gata de mi prima, quien no podía cuidarla y me pidió que le hiciera el favor.

La similitud entre sus nombres es pura coincidencia.

Desde el día en que se mudó, Lilly se puso en plan de ganarse a Mitty o, visto desde otra perspectiva (desde la de Mitty), molestarla ya que la persigue de un rincón a otro de la casa, la invita a jugar con ella, pero desde el día uno ha sido rechazada todas las veces y, cuando la situación escala, llegan a los zarpazos y tengo que intervenir. Mi madre y yo hemos llegado a la conclusión de que Lilly cree que Mitty es su mamá.

En esta foto están las dos comiendo arroz con sardinas en salsa de tomate de platos idénticos. También llegan a pelear cuando comen, es decir, dejan su propio plato para robar del plato ajeno y yo, una vez más, debo hacer de mediadora. Los gatos son animales territoriales, pueden conocerse, haber crecido juntos, pero siempre tiene que haber uno al mando, en este caso, Mitty quien tiene ese puesto de forma vitalicia.

Esta foto la hice en la mañana de hoy con mi teléfono Alcatel 1. Les invito a participar y para ello deben conocer las bases del concurso, así que se las dejo aquí.