He estado practicando esta nueva parte del minitaller sobre el enmarcado natural en la fotografía. Ciertamente, me parece que este tipo de composición fotográfica confiere mucha belleza a las fotografías ya que agrega algo más a ellas, algo que no estaba previsto en lo que en un principio era nuestro centro de interés, y con esto las imágenes adquieren otro sentido, otro significado.

Un marco le da prestancia y elegancia a las imágenes, las vuelve menos planas, las resalta. La imagen al quedar encerrada en un marco adquiere profundidad y se hace más independiente del contexto.

Ahora me tocó practicarla y buscarla. Para eso me dirigí a un parque caraqueño en el que hay muchas esculturas al aire libre y encontré esta titulada El ángel rojo de Víctor Varela (1981, acero calibrado y pintado). Vi que había aberturas entre las partes de la estructura metálica y pensé que podrían ser marcos para la imagen que se proyectaba detrás. Al marco creado por la estructura de acero rojo se le agrega un marco superior originado por el follaje verde oscuro que sobresale de las ramas de un árbol y por la sombra que de ellas se genera y que se observan en el terreno.

Me situé delante de la pieza roja, me levanté un poco ya que la obra era más alta que yo e hice varias tomas. Aquí les muestro la foto que escogí, puesto que me satisfizo por la profundidad que adquiere el paisaje, la segmentación de la toma y porque por medio de las aberturas de la escultura se crearon varias fotos de una sola.