Influencia de la sociedad en las relaciones amorosas/Por @gemamedina

Nuestras vidas se nutren de las relaciones sociales que establecemos a diario en cualquier espacio en el que nos desenvolvemos. La familia es el lugar que marca el camino hacia la socialización a través del contacto personal con los padres, los hermanos, y con todo el grupo familiar. El lenguaje, con toda la simbología y significados que posee, nos permite adquirir nociones comunicacionales que con el pasar de los años iremos perfeccionando para adentrarnos al mundo de la escolarización y el aprendizaje.

_{Rosas, girasoles y margaritas celebran el amor. Foto @gemamedina editada en Canva}

En la medida en que crecemos nos vamos haciendo más independientes del núcleo familiar y por ende comenzamos a escoger con cuáles personas hacemos amistades, entablamos relaciones más serias, sean laborales, institucionales y sentimentales.

Al llegar a este punto de las relaciones afectivas y amorosas el panorama se torna mucho más íntimo y personal. Al vincularnos a cualquier otra persona a través del amor, del sentimiento adquirimos más compromiso de vida, respeto y consideración dentro de la relación que ya se ha formado.

Sin embargo, las relaciones amorosas siempre permean hacia otras instancias. La familia se interesa en saber con quiénes sus integrantes han establecido una relación amorosa, mientras que los amigos también se hacen eco de cómo es la relación al querer saber cómo funciona y cómo se lleva la pareja.

En mi opinión personal, es inevitable que haya comentarios, que surjan opiniones y se emita juicio de valor respecto de las relaciones amorosas que están cerca de nosotros y que forman parte de nuestro círculo más personal. Esto lo hacemos con la intención de preservar los intereses y sentimientos de aquellas personas que queremos y protegemos. De aquí que ante cualquier situación difícil por la que pueda estar atravesando un hijo, una hija, un amigo, dentro del plano amoroso vamos a tender a exponer nuestro punto de vista.

En tiempos en los que las redes sociales juegan un rol importante en la vida social de las personas es muy común ver la tendencia a exponer de manera abierta las distintas relaciones afectivas en las que nos involucramos. Se muestra, se ventila, casi sin reservas, el desarrollo de las relaciones amorosas. En mi opinión, el hacerlas tan públicas puede poner en riesgo la relación amorosa ya que esto genera reacciones externas a través de la emisión de opiniones, argumentos o conjeturas. Además, cuando la pareja se muestra sin reservas se expone a que la relación pierda su privacidad, su intimidad y en consecuencia se debilite toda vez que ya se ha publicado todo lo que esa unión significa. La privacidad, sin caer en el hermetismo, hace fuerte a la pareja.

Las redes sociales son un excelente medio de comunicación. Eso no lo discuto, aunque considero que no todo en ellas es creíble, no todo es verdad. Recordemos que lo que se pone de manifiesto en ellas se hace de manera virtual, así que en esa virtualidad se pueden manipular las imágenes y los contenidos, y dar una visión completamente distinta a la realidad. Se pudiera pensar que esto nos lleve a idealizar situaciones y personas. Por ello, y aunque no debemos retractarnos de interactuar en las redes sociales, es conveniente conservar la esencia de lo que somos siendo críticos y objetivos ante lo que en ellas se pueda ofrecer.