Cuentan que en un pueblito llamado Santa Cruz de Bucaral, después de churuguara en la sierra de Estado Falcón se escucha el mito de que una mujer de cabellera larga y de color negro, visita todos los días a cualquier hora del día las tumbas del cementerio que se encuentra ubicada en la entrada del pueblo, donde las viviendas están a larga distancia una de la otra y el cual es un poco solitario.

Personas comentan haberla visto con un vestido que arrastra y de repente ya no está, pero en el lugar que dicen verlas las flores están frescas y con un aroma que los deja sin palabras. Al parecer hace muchos, muchos años una señorita que provenía de una familia adinerada, sembraba hermosas flores pero no tenía amistades por lo que era conocida en el pueblo como " la señorita de la casa grande".

Dicen que una mañana encuentra a su nana llorando porque su papá había muerto, ella no sabía cómo consolarla al verla tan triste; por lo que se le ocurre salir al jardín para recoger unas hermosas flores y así poder armar una sorprendente corona; con ramilletes de todos los colores, además el aroma era inexplicable. Al entregar la Corona en el velatorio deja sorprendidos a todos. Al pasar de los años a eso se dedicó a realizar coronas para los muertos sin ningún costo.

Al pasar por este cementerio Tierra Santa y observar una sombra y luego el olor a flores silvestres te embarga, dicen que es ella la señorita de la casa grande que está dejando su ramillete. Pues cuando murió pocas flores fueron las que llegaron a su funeral. Es por eso que se dice que ella busca en el cementerio su tumba para llenarla de hermosas flores como las que se acostumbró a obsequiar a los muertos de ese poblado.