Esta es mi participación en SEC-S16-W2 | Para los pájaros

Para la comunidad #VenezolanosSteem.
Saliendo un poco de los parámetros de responder preguntas, espero que con esta historia hallen todas las respuestas.

Aprendamos de ellos

Ramón era un niño pájaro grande y bonachón

En su comunidad de pájaros lo apreciaban, pero para él no era suficiente él siempre quería relacionarse con todos.
Incluso intentaba entrar a otras comunidades donde lo observaban con cierto recelo.

Ramón pensó que si se acercaba y lo conocían bien, lo querrían por ser quién era, aunque fuera larguirucho y desgarbado.

La tarde que decidió ir a la comunidad de los mirlos se encontró a un grupo de pajaritos pequeños y revoltosos que al verlo se echaron a reír. Se creían poderosos porque juntos formaban un equipo y la solidaridad a veces tiene más fuerza que el tamaño.

Sin embargo, él quiso ser un amigo e intentó que lo escucharán.

La respuesta fue de burlas y desdén, por lo que se sintió profundamente triste y defraudado.

Por un momento pensó en asustarlos con un par de aletazos, para aplacar sus sentimientos, pero él no era así.

Prefería darse a conocer y que ellos se dieran cuenta por sí mismos de quién era él.

Se acercó cautelosamente y se sentó entre el grupo, qué no paraba de hacerle burlas.

En determinado momento intentaron atacarlo con la fuerza de la mayoría.
Pero el plan no resultó y como él era más pesado, el grupo de aves pequeñas salió disparado.

Cuando cayeron habían perdido todas sus plumas y se veían como unos pobres bichos pelados.

A Ramón le dio mucha risa al principio cuando los vio caer desnudos y luego como una tenue lluvia iban cayendo las plumas voladoras.

De pronto se dio cuenta de que no debía tratarlos de la misma forma, como antes ellos mismos lo habían hecho con él. En silencio juntó las plumas en una especie de montaña para que todos pudieran guarecerse adentro.

Ellos mantenían sus picos cerrados y los ojos desorbitados. Esperaban la venganza de Ramón y se sentían desvalidos.

Ramón se acercó a ellos y lo primero que hizo fue regalarles una sonrisa y luego unas palabras que cambiaron la vida de las pequeñas aves y de su comunidad.

Les enseño con su ejemplo a hacer lo mismo que él y cada uno de los mirlos tuvo que ir a otra comunidad a presentarse y a hacerse querer y respetar.

Fue entonces cuando surgieron en el mundo las palabras tolerancia, diversidad y respeto.

Cada uno hizo su trabajo y se mezclaron las especies. Desde entonces las razas dejaron de existir porque ya no tenían razón de ser. Fueron simplemente aves.