Concurso Literario Foto-Relato / La catira

Como cada tarde a las cinco fui a buscar a papá para llevarlo a dar un paseo. Yo debía comprar un regalo para mi amiga la catira. Decidí cambiar la ruta de siempre y en vez de llevarlo al parque pasaríamos por el centro comercial.

Papá parecía sereno esa tarde, no se notaba confundido como otras veces así que emprendimos la marcha.

Al entrar al lugar había muchas luces que se reflejaban en los cristales, esto lo inquietó porque me pidió que lo dejara sentado en un banco mientras yo hacía las compras.

La idea no me tranquilizaba en absoluto, pero por mas que insistí no logré convencerlo así que buscamos un banco cercano al lugar donde quedaba la tienda y después de muchas recomendaciones decidí dejarlo un momento nada más.

Antes de escoger el color del regalo que buscaba comenzó el gran revuelo.
La gente gritaba, otros corrían. Me asomé y papá no estaba.
Sentí que un escalofrío recorría mi columna y corrí por los pasillos gritando su nombre.

Dos policías y muchas personas aglomeradas observaban algo y pensé lo peor.

Me acerqué aguantando la respiración y allí estaba él sentado en el suelo abrazando una cabeza rubia que había sustraído de una tienda.

Le expliqué a las autoridades la condición médica de mi padre y me disculpé por haberlo dejado solo y haber causado esa conmoción en el lugar.

Finalmente nos dejaron ir, no sin antes hacernos muchas recomendaciones.
Al salir papá me miraba muy molesto.

Me reclamó que yo le iba a comprar una catira, pero que él la vio primero. Ella estaba triste y lo llamó mientras me esperaba.

Le pidió que la sacara de la tienda de los reflejos.

¿Acaso la gente no entiende que la pobre se estaba volviendo loca?

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

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Agradezco sus comentarios.

Invito a @mllg a que venga a concursar
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