Es lindo pensar que tenemos el regalo de un nuevo día y que es un don de Dios para todos nosotros como muestra de la misericordia y el amor de Dios. Esta oportunidad en la amiga @genomil nos trae otro tema importante además de delicado por el hecho de tocar a lo interno del Ser.

Hay una diversidad de causas que se podrían percibir como detonantes para los pensamientos e intentos suicidas, pero todos desde mi punto vista, tienen una misma raíz. "La Desesperanza, la imposibilidad de ver salidas que muchas veces están a plena vista" . Con frecuencia conocemos personas que, aunque en apariencia, tienen una vida llena de éxito, de fama y prosperidad pierden la batalla ante ese sentimiento interno que termina con su existencia.

Alguien dijo muy acertadamente: "La peor soledad es sentirse solo, estando acompañado" y es que esto solo se puede afirmar cuando realmente se siente que no hay nada ni nadie que pueda llenar el vacío por el que se atraviesa. Usemos un poco nuestra imaginación y ubiquémonos en una habitación cerrada, sin ventanas, con una puerta y que esta puerta esté cerrada. Pero vamos un poco más allá e imaginemos, solo imaginemos que esa puerta la haya cerrado un carcelero y que ese carcelero seas Tu y que en tu desesperación por salir, busques la llave y no puedas verla porque tu estado, emocionalmente inestable, no te lo permita. Esta es la situación en la que siento se encuentran estas personas, quienes muchas veces quieren e intentan con vehemencia disfrazarla de risas y chistes inagotables con los cuales solo se trata de camuflar la gran tristeza que llevan a lo interno.

Infortunadamente no hay una respuesta mágica, las posibilidades humanas no están actualizadas y son poco aptas para hacer desaparecer esos pensamiento arraigados en la mente, las terapias psiquiátricas se han convertido en paños húmedos que emulan soluciones que al final del día sólo benefician el bolsillo del escucha. Pero aunque suene trillado o delirante, la real solución se encuentra en el Ser que nos conoce desde antes de nacer y al que hemos apartado buscando otras opciones para nuestra vida. ¿Quién mejor que quien nos creó para arreglar y reponer las piezas faltantes o dañadas?

Las personas con pensamientos y actitudes suicidas pueden cambiar su desesperanza con esperanza, llenar el vacío con amor, encontrar paz en esa guerra que viven a diario en su interior y muchas veces pareciera no tener fin, reposando en Dios. El nos ofrece la salida, nos da la opción de poner nuestras cargas en él cuando dice: "Venid a mi Todos los que estén trabajados y cansados que YO los haré descansar", la respuesta está allí, la decisión está en nosotros.