Agradezco y aprecio la oportunidad que semanalmente nos brinda @genomil a través de esta comunidad para exponer nuestras ideas y pensamientos en temas altamente relevantes como el que hoy nos propone. Quisiera invitar a las amigas @javima y @quiaratiby. ¿De que hablaremos hoy?, de La pedofilia; una atracción que además de ser aberrante es contra natura.

Las personas que habitan el mundo en el que hacemos vida hoy día han perdido definitivamente la brújula de valores con la que muchos de nosotros hemos crecido. Recuerdo que de niña solíamos creer que las personas adultas, por razones obvias, eran las encargadas de la protección y el bienestar de los niños y esto es algo que hoy día dista millas de la realidad. En ningún momento quiero hacer ver que, como dicen algunos, antes eran mejores tiempos, porque sería como querer tapar el sol con un dedo pero, lo que si puedo asegurar es que había mucho más respeto por las buenas costumbres y la vida del ser humano.

La pedofilia es un hecho aberrante porque es una acción que se aleja de de lo naturalmente correcto, aproximándose a lo ilícito. Es un hecho aberrante el que una madre trabajadora deje a su hijo(a) al cuidado de un familiar, llámese abuelo, tía, primo y que al llegar se encuentre con la noticia de que fue violado(a), que su inocencia tanto física como mental ha sido vulnerada. Es motivo de alerta el que ahora hasta desde la iglesia católica se estén conociendo los testimonios de muchos niños, hoy día adultos, que fueron transgredidos por aquellos en quienes pusieron su confianza y que en muchos casos, además de violarlos, les hacían ver que eran ellos los culpables de lo que les estaba ocurriendo.

El pedófilo es un pervertido sexual que se oculta detrás de una apariencia de amor y comprensión hacia los niños con el único fin de satisfacer su apetito sexual enfermizo. En mi trabajo docente me encontré con muchas noticias desagradables como la de un abuelo que violaba a su nieta o la de un padrastro que lo hacía al hijastro y que lo descubrieron por casualidad!!. Esto no era extraño por la simple razón de que NADIE hubiera podido imaginar que ellos, (familia) hubieran sido capaz de esa monstruosidad.

Ejemplos como los que acabo de hacer mención se repiten a diario alrededor del mundo, cerca y no tan cerca de nosotros. Como padres necesitamos activar el modo alerta y hacerles ver a nuestros pequeños que somos los únicos en quienes ellos pueden confiar. Que en nosotros pueden tener al amigo, además del padre o madre cuando sea necesario. No podemos darle oportunidad a aquellos que esperan escondidos tras la sombra de la consanguinidad o la autoridad para aprovecharse de ellos.

Muchos quieren darle a la pedofilia una valoración distinta a la real, haciéndola pasar como algo natural. Tanto es así que hay países en los que se ha dado la idea de la legalización y otros, en donde desde hace ya mucho tiempo forma parte de su cultura y le han dado el poder legal a través del matrimonio. Nosotros, quienes valoramos la niñez con todo lo que ella implica, debemos cuidarla de tal forma que nuestros niños la atesoren en su recuerdo como lo mejor de su vida.