Y si de tesoros hablamos, no podemos pasar por alto
sus coloridas puestas de sol, esas generadoras de encanto.
Atardeceres que enamoran, que desarraigan el llanto
que sanan, que desestresan y alivian todo quebranto.

Sería una lista larga y aún así quedaría corta
al mencionar las bondades de esta tierra generosa
Su riqueza cultural, su música tan alegre, sus paisajes naturales
la colocan siempre al frente.

No puedo finalizar sin antes mencionar su gastronomía
platos típicos , sabrosos, amigos de tu economía
desde la empanada de cazón, el cuajado de pepitonas,
el rico pescado frito o los espectaculares coctelitos.

Deliciosa dulcería que alborota tus sentidos
que pone sonrisa en los labios y en los ojos un gran brillo
como el rico arroz con coco, el majarete, la mazamorra
el dulce y la jalea de mango , el carato o el bocadillo.

Podríamos seguir hablando de Esta Tierra y sus riquezas
pero creo que por ahora ya hemos puesta la mesa
Es que en definitiva y lo digo sin exagerar
su gente, sus atardeceres, su gastronomía
son de Cumaná lo esencial

A mi Cumaná la quiero y le estoy muy agradecida

Pues me recibió en sus brazos, me hizo sentir bienvenida.

_{Las fotografías son de mi autoría y propiedad}