Diario de emociones, 01 / El rechazo / De rechazos están llenas nuestras vidas

De rechazos están llenas nuestras vidas. Principalmente nos rechazan por feos y pare usted de contar el montón de motivos por los cuales nos dan patadas por el trasero. En cuestión de amores el asunto es multivariado, nos dicen nones porque no le caemos bien a fulana o a zutana. Porque de verdad que las mujeres jóvenes se fijan mucho en nuestros defectos, que si somos virolos, gagos o que si caminamos como Chencha.

A uno de mis amigos le rechazaron de forma contundente la noche que animado por el alcohol le fue a dar una serenata a la dueña de sus antojos. Y en vez de las gracias, lo que le dieron desde aquella ventana fue un baldazo de agua, y listo.

Pero la razón que más pesa es nuestro bolsillo, porque hay un dicho implacable que dice: “Billete mata a galán”, porque podrás tener la cara de Brad Pitt, de Leonardo DiCaprio, del Conde del Guácharo, pero eso no te valdrá de nada mientras tus cuentas bancarias estén cerca de cero. Es que lo más lógico, sobre todo hoy en día, es que hay que casarse por amor, pero también por el mercado; es decir, por lo que debe haber para comer en las dispensas y en la nevera.

Pero hay otra serie de rechazos que afectan a las personas. Muchas veces quienes nos desprecian quizás tienen razón, debido a que nadie es perfecto. Porque es probable que nos manden pa’l carrizo si no cumplimos con los requisitos básicos para llevar a efecto una chamba en particular. Por ejemplo, alguien de embustero halló un empleo como cocinero en un restaurant, pero el primer día dejó quemar el arroz, le echó una tonelada de sal a la sopa, dejó pasar de cocción el espagueti y ahí mismo lo echaron. En fin, hay infinidad de casos en que despiden a los empleados por ineptos. A eso también se le llama rechazo.

En mi caso, por mi apariencia, porque me ven mal vestido, me ocurre a menudo, que para muchos empleados de los comercios y oficinas públicas casi soy invisible, porque poco me dicen: “A la orden, pase adelante, ¿qué desea señor?” Esa es también una forma de rechazo o de discriminación hacia los demás.

Todo lo dicho con anterioridad nos coloca como víctimas, pero nosotros también podemos tener esa vocación, en caso de que existan ciertas situaciones o personajes que no nos gusten para nada. Eso me ocurre con los políticos, particularmente con los que han destruido el país a lo largo de las dos últimas décadas.

Post configurado con 15% a favor de @venezolanos
El dibujo es de mi autoría
Foto tomada con un Huawei Honor
Invitación: @mariami