Cuando la música se ve y se siente / Los peores sordos son los que no quieren oír

Admiro a las personas que nacieron con discapacidad auditiva y que luchan en este mundo de locos para poder seguir adelante. Hace poco vi a un señor sordo hablando en su lenguaje de señas a través de una video-llamada. Y por lo que pude observar, al otro lado del teléfono quien le hablaba me pareció que también era de su misma condición. Es decir que la tecnología de las comunicaciones les ha favorecido notablemente, porque con los teléfonos de antes no se podía hacer eso.

Las veces que me ha tocado comunicarme con personas así lo que hago es mirarlas al rostro moviendo apropiadamente los labios mientras les hablo; y de esa forma nos hemos entendido sin problemas.

Conocí una vez a una señora, también con las limitaciones del habla y del oído, que tenía dos niños y me encantaba cuando ellos interactuaban con ella. Lo que hacían era mirarse al rostro y hacer ciertas señas con las manos, y fino. Se comunicaban de maravilla. Algo parecido lo vi en la película “El piano” cuando “conversaban” la madre con su hija. Por cierto que, gracias a la actuación de la niña, fue la primera vez que una persona de tan corta edad ganara un premio Oscar en Hollywood.

Se dice que para uno conservar en buenas condiciones el sentido del oído, lo más apropiado es no abusar de los sonidos fuertes. Cosa que no cumplen algunos vecinos locos que yo tengo, quienes que cuando cumple años hasta el gato de la casa, ahí mismo ponen a toda mecha pura música de mal gusto (entiéndase rigatón del peor).

Los sonidos fuertes también pueden generarse en algunos lugares de trabajo como, por ejemplo, talleres de herrería, de latonería, aserraderos y otras fábricas. Pero para eso existen los llamados protectores auditivos.

A los jóvenes de hoy y a los no tan jóvenes a veces les da por abusar con el uso de auriculares, y andan con ellos por todas partes. Esa también es una manera de volver menos sensible el tímpano y lo que se espera de eso es que en el futuro la persona presente problemas auditivos.

Pero dice un dicho por ahí que “no hay peor sordo que el que no quiere oír”, y gracias a eso es que Venezuela se ha hundido por un barranco profundo.

Por acá les comparto un video simpático de una niña preciosa que interpreta una canción a través de señas. Disfrútenlo.