La vida entre dioses y humanos las hay en muchas leyendas dónde un Dios Épico se enamora de una terrenal haciendo ese amor imposible.

Esta obra nos remota al tiempo donde las docenllas realizaban rondas como insitandolo a la mirada de los Dioses que las observan disimulando mucho su interés a la vistas de los que les pudieran juzgar. Siembargo, deseando poseer por un instante lo prohibido.

La danza, invita al amor, a la sensualidad, al libertinaje, dando libertad a los pensamientos más oscuros que puedan tener un ser supremo desde las alturas.

Es presenciar la sensualidad absoluta entre el deseo y la pasión, entre lo bueno y lo malo, entre la razón y la seducción solo por el simple deseo de estar en los brazos de un ser superior.

La danza las transporta en sus pensamientos dejando ver parte de su piel, tersa, suave, con movimientos sutiles que buscan desbordar la pasión y lujuria en aquella fuerza sobrenatural que desde las alturas observa con sigilo el momento de tener en sus brazos su doncella amada.

Encantada de estos momentos de creación partiendo de una imagen interesante dónde nos permite conocer más de la historia del arte. En esta oportunidad invito a los steemias @acostacazorla @lecumberre nos muestren sus pensamientos referente a las obras de este autor. Le otorgo un 15% en contribución del crecimiento de la comunidad.