Mi canción infantil favorita | "Pinocho"

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La canción infantil que siempre recuerdo se titula Pinocho. Era yo un niño que debía contar como con nueve o diez años de edad cuando la escuché, por primera vez, en la radio y supe en seguida que debía aprendérmela. Debido a que en aquel entonces no existían todas las maravillas tecnológicas de las que disfrutamos en la actualidad, me dediqué a hacer guardia para escucharla de nuevo, en cuanto la estación volviera a emitirla. Por fortuna, la radiaron dos veces más y logré memorizarla.

Lo más emocionante fue cuando tomé arbitrariamente un cuatro que mi hermana había pedido prestado, comencé a tocarla y a cantarla, y comprobé maravillado que la melodía cuadraba casi perfectamente con las pocas notas que yo dominaba en ese instrumento para aquel tiempo. Todo salió tan bien que mi mamá y mis hermanos pidieron más de una vez que les cantara Pinocho… y yo procedía con un sentimiento en el que se mezclaba la pedantería y el orgullo.

Confieso que no recordaba el nombre del cantante, pero como la huella de su voz está íntegra en los recovecos de mi memoria, me dediqué a buscarla en el oráculo infalible que tenemos en la web: Google. Después de varios intentos, encontré la interpretación que me llamó la atención en aquella oportunidad y averigüé quién es el artista: Luis Aguilé. De acuerdo con los datos que aparecen en la web, es también el autor de la canción. Su nombre completo es Luis María Aguilera Picca, nació en Argentina y más tarde se radicó en España, donde falleció a los 73 años.

Por aquí les dejaré el enlace para aquellos que se encuentren interesados en escuchar la canción: Pinocho.

En cierto modo, fue la canción que me indicó que, a pesar de que no poseo una voz privilegiada, y en ese momento tampoco sabía mucho sobre la ejecución del cuatro, podía cantar y tocar al mismo tiempo. Fue una agradable sensación comprobar que todos los familiares que me rodeaban escuchaban complacidos mi interpretación de Pinocho. Desde ese momento me atreví a continuar memorizando todas esas melodías que me gustaban para cantárselas a quien tuviese la amabilidad de escucharlas.

La nostalgia me lleva, por otra parte, hacia una época infantil en la que nuestras referencias musicales estaban casi exclusivamente en la radio. De ese aparato dependía la frecuencia con que escuchábamos las canciones y debíamos estar sumamente atentos si queríamos aprendernos la letra que nos interesaba, ya que no existía la posibilidad, al menos en nuestro hogar, de repetirla una y otra vez.

En la actualidad, observamos con estupor cómo los niños no solo escuchan, sino que cantan y bailan canciones cuyas letras reflejan situaciones que, de ninguna manera, se encuentran en concordancia con su edad, con el mundo de ternura y de candorosa imaginación que debe prevalecer en esa etapa de la vida. La facilidad que existe hoy en día, propiciada por la tecnología, para acceder a cualquier sitio, muchas veces sin ningún control, les proporciona a los más pequeños la oportunidad de oír y observar un sinfín elementos que les obligan a buscar explicaciones para las cuales no se encuentran preparados.

Cada edad tiene sus encantos y debe disfrutarse de acuerdo con los parámetros que dictan sus caracteres físicos y psicológicos. El mundo infantil, sus juegos, sus canciones y todo cuanto contribuya a que los niños experimenten lo que a esa edad les conviene, no puede obviarse en el desarrollo integral de los seres humanos, ya que podríamos, por la irresponsabilidad de los mayores, causarles severos traumas que después son difíciles de corregir.

Invito a los amigos: @lirvic, @mini80 y @gabylazarde a contarnos sobre su Canción infantil favorita.