En cuanto se despertó, sintió el terrible dolor de cabeza y las ganas urgentes de tomarse de un solo trago un gran botellón de agua fría. La inevitable resaca que venía después de una noche de juerga emergió con todo su esplendor para que una desquiciante lentitud se apoderara de su cuerpo y de su mente. A su lado, todavía dormida, se encontraba Rosalba, la chica que había conocido hacía dos semanas y lo había invitado a ese bar de moda del que todos hablaban. Intentó recordar qué había pasado, pero se dio cuenta de que no sabía siquiera cómo había regresado a su casa.

Lo último que llegaba a su memoria, como una difusa nebulosa, era que todos se encontraban disfrutando de la música sentados en una larga mesa, donde la profusión desordenada de botellas de cervezas y de ron pregonaba que lo estaban pasando bien. Unos amigos de Rosalba cantaban y tocaban una canción tras otra, mientras ellos aplaudían… y allí terminaban sus recuerdos, todo lo demás se había borrado.

Cuando se empeñó en precisar hasta qué hora, por lo menos, había durado la parranda, recordó de repente aquel extraño sueño que había tenido antes de despertarse: Se encontraba en un portal antiguo tocando un violín, otro joven muy parecido a él le acompañaba con una flauta, una pareja bailaba con gran estilo y las demás personas que estaban allí se notaban bastante risueñas, disfrutando de aquel festivo ambiente, aunque cada quien estaba en lo suyo. Lo raro no era tanto la época, sino que él jamás, a sus 29 años se había interesado por aprender a tocar ningún instrumento musical.

Algunas personas están convencidas de que los sueños son manifestaciones del subconsciente -pensó en ese momento- y, viéndolo bien, aquello parecía cierto, porque dos días atrás una amiga de su madre que se jactaba de dominar el arte de la adivinación le aseguró que en una vida anterior él había sido un músico. A él no le quedó más remedio que burlarse de ella. “Señora, bruja, le contestó de inmediato con una chocante ironía, cómo puede ser eso si yo no logro seguirle el ritmo a una canción ni con los aplausos y ni siquiera el "Cumpleaños feliz" lo canto bien"…

Antes de que continuara, su mamá lo detuvo y le reprochó su falta de educación, pero él, sumamente airado, le replicó que, si continuaba frecuentando ese tipo de amigas, ella también iba a parar en loca. Y se marchó sin siquiera despedirse. Ese altercado con su madre lo cargaba en el subconsciente y por eso había tenido aquel sueño tan raro. Sus voces interiores le estaban diciendo que debía ir a disculparse pronto con ella.

Cuando salió del baño, ya Rosalba se había levantado y estaba en la cocina preparando el desayuno. Después del beso y los buenos días, ella le dijo con un tono de reproche donde se escondía una tierna admiración: ¡Caramba, tú eres una caja de sorpresas! No me habías dicho que tocabas el violín así tan bueno. Te luciste anoche acompañando a los muchachos. Gracias de nuevo por esa canción que me dedicaste. Y él, por supuesto, no supo qué contestar.

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Invito al amigo:
@elider11