Me encantan los chistes y desde ayer, cuando leí que esta era la primera pregunta, he estado revisando, pero todos los que me llegan no son aptos para ojos sensibles, además en esta red hay muchos niños. No tengo ninguna gracia para contarlos porque se me olvidan y comienzo por el final, como le pasó a un primo cuando era pequeño. Había un chiste que no sé si recordarán:

Este era un pajarito que tenía pico pero no comía, tenía alas pero no volaba y tenía ojos pero no veía, ¿Qué es? Un pajarito muerto había que decir. Pero mi primo comenzó a contar el cuento así:

“Este era una vez un pajarito muerto que…”

Sí, hay muchos cuentos y chistes que se quedan grabados y uno suele hacer mención de ellos, me pasa, nos pasa a muchos, quizá el que recuerdo más es uno que solía contar mi abuela, un chiste cruel, para referirse a que cuando tenemos algo predestinado no hay manera de cómo eludirlo.

Este era un hombre que supo a través de un sueño que la muerte vendría a buscarlo, por eso decidió afeitarse la cabeza, para que no lo reconociera y se escondió entre la multitud. La muerte llegó segura y buscó y dijo: “como no encuentro al que venía a buscar me voy a llevar a este pelón”. Mi abuela sí tenía mucha gracia para echar cuentos.

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2 ¿Cuál es la peor comida, bebida o postre que te ha tocado comer en la casa de otra persona?

Parece mentira, debe ser porque me gusta mucho comer, pero tengo muy pocas experiencias de este tipo.
Cuando estudiaba en el pedagógico me tocó ir a casa de una compañera de equipo y ella me ofreció unas papas rellenas. Yo nunca las había comido, ella me dijo que les habían quedado muy ricas y yo no lo pensé para decir que sí. Al momento vino con un plato pequeño y algo que parecía un bollito en medio del mismo. Intenté picarla con el tenedor y estaba bastante dura. Cuando por fin pude cortar un trozo me lo llevo a la boca y estaba helado, entiendo que la habían preparado el día anterior y las que quedaron las guardaron en la nevera, pues una de esas fue la que me sirvió.

El momento fue incómodo porque yo no sabía qué hacer con lo que tenía en la boca, cuyo olor y sabor era muy desagradable, supogo que caliente habria sido otra cosa. No volví a tocar el plato y ella lo retiró, luego de preguntarme si no me había gustado, me repitió que realmente habían quedado muy ricas y yo quedé perpleja sin saber cómo reaccionar. Fue un momento vergonzoso para mí.

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3 ¿Cuál es la persona que más te conoce?

Creo que no existe esa persona que más me conoce, aún estoy tratando de conocerme yo y a veces me sorprendo con comportamientos o respuestas, que no pensé tendría. Las personas cercanas podrán tener una idea de cómo soy pero no creo que lleguen a conocerme realmente.

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4 ¿Cuál es el nombre o el apellido más feo que has escuchado?

En estos días leí buena información que explicaba el origen de los apellidos. A medida que la población fue creciendo se hizo necesario implementar una manera de ubicarlos y por lugares o características los fueron etiquetando y así salió Robles, porque vivían cerca de este árbol o Blanco porque tenían ese color, pero no me imagino de dónde salío el apellido Arrechedera. Es el más feo que he oído.

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5 El campo, la montaña o la playa. ¿Qué prefieres?

Tener la playa cerca, llenarme de esa brisa marina, caminar por la orilla, ir a un malecón en las noches, comer mariscos y pescado con frecuencia, creo que es uno de mis lugares preferidos. Son muy afortunados quienes pueden llenarse de ese azul del mar cada día.

6 ¿Tu papá mató cochino?

Sé que esta pregunta está formulada igual a un juego que existía en mi infancia; los adultos o algún compañero de clases nos preguntaba: ¿Tu papá mato cochino? Uno debía responder que sí, ¿Tú le tuviste miedo? Tocaba decir que no, ¿Te metiste bajo de la cama? No, respondíamos con seguridad. En ese momento quien había hecho las preguntas nos hacía un amague como si intentaba pegarnos y nosotros no debíamos espabilar si lo hacíamos significaba que sí habíamos tenido miedo a la sangre y todo eso. Era un juego medio tonto que repetíamos una y otra vez tratando alguna vez controlar el movimiento de los ojos. Siempre perdí.

Pero en realidad mi papá sí mató cochino. La historia es la siguiente:

Mi abuela había engordado un cochino y llegó el momento de sacrificarlo, entonces le pidió ayuda a dos de sus yernos, mi papá uno de ellos. El día acordado madrugaron a hacer el mandado, pero ninguno de los dos había hecho esto antes, y el otro manifestó tener temor así que mi papá asumió el compromiso, pero quizá por lástima no daba el golpe certero como debía, y ambos duraron mucho raro tratando de matar al animal hasta que por fin lo consiguieron. Mi abuela luego hizo burla de ese incidente por mucho tiempo.

7 ¿Te has embriagado alguna vez?
Sí, más de una vez y quiero seguir haciéndolo.

8 ¿Le tuviste miedo a la sangre?

No le temo a la sangre, tampoco es que me guste, pero suelo enfrentar lo que tenga que ver con esto de manera normal, no soy de las que se marean o desmayan si la ven, pero me estoy refiriendo a las situaciones médicas, lo sangriento como tal ni en el cine lo tolero.

9 ¿Cuál era tu juguete favorito cuando estabas pequeña?

Me gustaban mucho las marionetas, pero nunca tuve una, entonces a las muñecas prácticamente les exigía que actuaran y hablaran y con mis voces lograba ese cometido. Así que los ratos que pasé con ellas fueron realmente buenos. Jugué mucho como hasta los doce años o más.

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10 ¿Te gustaría que llegara otra ronda de preguntas?

Sí, me ha gustado mucho este juego, me entusiasma leer también las respuestas que van dando los otros, ha sido agradable conseguir coincidencias en algunos y conocerlos más. Quiero seguir participando.

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Invito a participar a: @mofmaria, @gabrielagg y @mini80

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@charjaim