En un bosque, en la llanura venezolana, se encontraba un pequeño árbol, triste, solitario, ningún ave se posaba en él por que era blando y sin fuerza, sus ramas no ofrecían cobijo, por lo que no hacían sus nidos en él. Al no tener qué ofrecer, tampoco las mariposas se le acercaban, era desdicha.

Un día un ave negriamarilla, se posó en otro árbol, donde habían loros y pericos, quienes no perdieron tiempo en bajarlo, cayo a tierra, atontado por el golpe trató de volar y no pudo, el pequeño Araguaney le dijo, acercate a mí mientras te recuperas, descansa en mis raíces y te proteges del viento. El pajarito se acercó y se pegó a su tallo, no era robusto pero servía para cuidarlo, mientras recuperaba fuerzas le preguntó el por qué de sus tristezas, el araguaney le respondió que por la soledad, por que es pequeño y endeble, ningún ave sobre el se quiere posar.

El joven Turpial, al recuperar sus fuerzas, se posó sobre el araguaney y le dijo, - Gracias mi amigo, no te voy a olvidar. Levanto su vuelo y se marchó. Al otro día, un grupo de aves se posaron sobre el pequeño araguaney, era el turpial, le dijo: - hola amigo, ella es mi mamá y ellos mis hermanos, te vinieron a saludar, mi mamá te trae una flor de regalo, de esas de una belleza sin igual, y la madre del turpialito posó una orquídea en su tronco, la cual se abrazó a él diciendo: - eres joven y eso es bueno, juntos creceremos, te haré el más hermoso y fuerte de todos los árboles de la sabana. Y así fue pasando el tiempo, el joven y débil árbol se convirtió en el más fuerte de todos, y en mayo, cuando la orquídea florecía, el Araguaney también lo hacia, y de amarillo se teñía, acompañado siempre de su amigo el turpial y de toda su familia, y desde entonces siempre andan juntos, el Araguaney, el Turpial y La Orquídea!

Un agradecimiento a la amiga @marcybetancourt por la iniciativa de reunir a los venezolanos en esta comunidad.