Venezuela Concurso - Semana 14 - UN MANGO DE MUJER

Saludos, apreciada comunidad, bendiciones del Altísimo. Debo admitir que me fascinan los concursos donde debes desarrollar la creatividad.

Muchas gracias a los desarrolladores que hacen esto posible, es muy entretenido y divertido. Agradecido, @marcybetancourt y @solperez

El tema está bien interesante, así que espero estar a la altura de los participantes, aunque ya vi que la competencia esta bien reñida y pues, está mi tío @lecumberre que tiene una creatividad increíble, pero espero vencerlo.

Sin más preámbulos, aquí dejo mi cuento:

Esta era una niñita de nombre Cristina, a ella no le gustaban los mangos, tanto así que no podía ni verlos.

(Foto tomada de mi celular Samsung, mangos de mi hogar).

Cristinita, (así le decían de cariño), era de un pueblo campesino llamado "Las Mercedes del Llano". En su casa abundaban las matas de mango, había por doquier, lo mismo pasaba en la calle del pueblito, por donde quiera que iba, había árboles con mangos a montón.

Cada vez que salía de su casa pensaba:

"Qué mala suerte la mía, qué fruta tan fea, verde o amarilla, ¿como la pueden comer así con alegría?".

Si iba de visita a una casa le ofrecían jalea o dulce de mango, Cristinita siempre respondía:

-No gracias, mejor me lo da otro día.

A esta muchachita su abuelito siempre repetía:
-Hija, coma mango para que se ponga bella como su tía Rosalía.

Rosalía, era una tía de Cristinita que en la ciudad de Caracas vivía. Hace mucho que de visita ella a "Las Mercedes”, no iba. No había tenido la oportunidad de conocer a su sobrina, que siempre la imaginaba con la ilusión de conocerla algún día, y aborreciendo el mango que ni en pintura ella quería.

Eran muchas las historias que en el pueblo se decían, sobre una mujer muy bella llamada Rosalía. Que era hermosa y generosa, además de humilde y sencilla.

Así creció Cristinita, con los cuentos referentes a su tía, idealizándola en su mente porque en su casa no había fotos de Rosalía.

Cierto día de mayo, se corría la voz de que por las calles del pueblito venia llegando una mujer, que desde lejos los chismosos alcanzaron a ver. Se paró en el terminal del pueblo una camionetica por puesto color miel, de allí se ha bajado un mango de mujer.

La mujer caminó por las calles de pueblito, hasta dirigirse a la casa de Cristina. Tocó la puerta , y qué alegría sintieron todos al verla, era nada más y nada menos que Rosalía. Su padre, el abuelo de Cristina, la saludó con efusión.

-Hola hija querida, cuanto tiempo! Te has vuelto un bom-bom.

Ella riendo, respondió:

-Bendición padre amado, te extrañé un montón.

Cristinita miraba con admiración, aquella mujer tan bella que a su casa llegó. Con timidez le susurró:

-Hola tía, bendición.

Rosalía la abrazó enseguida y le respondió:

-Dios te bendiga, mami!

Llorando de emoción.

Toda la familia se reunió a celebrar su llegada, entre abrazos y conversaciones, disfrutaron la velada. Rosalía pidió a su padre que mango le bajara, enseguida su padre le tumbó 6, de la mata más cercana, los cuales Rosalía devoró encantada.

La niña Cristinita con extrañeza la miraba, y con cierta curiosidad la interrogaba:

-Tía, tu tan bella ¿y comes esa fruta tan poco agraciada?.

Rosalía sonrió y respondió:

-El mango es un regalo que Dios nos dio. Un fruto muy sabroso que consigues a montón en nuestro llano. Toma, prueba para que te conviertas bella y preciosa como un mango.

(Foto tomada con mi celular Samsung, en la grafica mi novia).

No muy convencida Cristinita accedió, para su sorpresa el mango le encantó. Nunca antes había probado uno, porque siempre se negó.

Su abuelito riendo le decía:

-Yo te dije Cristinita que el mango tiene mucho poder, ahora tu también serás UN MANGO DE MUJER.

(Foto tomada con mi celular Samsung, en la grafica mi novia).

Gracias.

Dios siempre de cabrestrero.