@genomil Tu familia hizo bien en aconsejarte evitar los temas de política y religión en tus dinámicas de opinión. No porque sean temas tabú de los que no se debe hablar, sino porque son los que más desatan pasiones, sobre todo en personas que tienden al fanatismo y al radicalismo.

Es muy difícil entenderse y llegar a consensos cuando nos topamos con estas actitudes y pueden estar en cualquier parte, en el que menos nos esperamos. También depende de cómo enfoques la dinámica, buscando puntos de coincidencia podría funcionar.

He notado que es un mal muy común en las personas querer dar una opinión esperando convencer al otro, eso tampoco ayuda en lo absoluto.

En nuestro país, de un tiempo para acá, sin duda alguna es la política la que ha suscitado las mayores diferencias y el distanciamiento entre amigos, familias, compañeros de trabajo, vecinos. En mi caso no he tenido que presenciar una discusión violenta, gracias a Dios, pero sí el distanciamiento y el evitarse por un tiempo.

Yo, personalmente, he puesto a prueba mi paciencia y mi tolerancia pues sí observo el fanatismo en un familiar muy cercano y cuando estoy en su casa (con mucha frecuencia) respiro profundo porque el bombardeo a favor de su tendencia es excesivo. Les pongo un ejemplo para que tengan una idea de lo que llamo fanatismo: disponer de más de 80 canales de televisión y ver solo 2 o 3 las veinticuatro horas del día.

Hace tiempo ya, yo misma estuve recibiendo esa cantidad de mensajes, esa influencia, hasta que me vi defendiendo lo indefendible y fui más crítica hasta ver el otro lado de la moneda. Sin embargo, hay personas cuya terquedad no les permite encontrar un punto medio, sino seguir en un extremo. Asumen estar defendiendo una causa muy justa, sin cuestionarse si están haciendo lo contrario.

En cuanto a la religión, solo un pequeño grupo de mi familia incursionó hace unos años en una religión que no compagina con la de la mayoría, y siempre y cuando no nos veamos involucrados en rituales que no compartimos, mantenemos la sana tolerancia, el buen trato y el cariño que debe caracterizarnos y mantenernos unidos.

Por mi parte soy muy receptiva a los mensajes que me den, independientemente de la religión (menos una, no deseo esa energía en mi vida), siempre y cuando reflejen mis principios y valores. En Chacaíto, por ejemplo, hace poco una señora oró por mí y mi hija allí en público y agradecí ese apoyo espiritual, pues eso siempre es bienvenido.

Diría que soy ecléctica en ese sentido, he estudiado metafísica, astrología, he conocido algunos mantras, aunque no es lo que mi religión postula, pero de todo ello tomo lo positivo y lo que se ajusta a mi pensamiento. Al fin y al cabo, ¿quién es el dueño de la verdad absoluta? y todos aceptamos un ser superior, aunque le coloquemos distintos nombres.

Gracias a @genomil y a @venezolanos por estas dinámicas, donde podemos confluir dando respetuosamente y con confianza nuestra opinión.

Invito a @sacra97 y a @casv a compartir su opinión, para ello les dejo el enlace de la dinámica.

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