Andresito era el consentido de la casa. Todo lo que pidió desde pequeño se le dio. Contaba con tres décadas de vida, pero por una extraña razón el benjamín deseaba seguir recibiendo todo en bandeja de plata sin tener mérito alguno.

Pasaba los días buscando un oficio que no lo mantuviera muy oficioso, y que no dañara sus manos pues a ninguna damisela manos toscas le gustaban. Además cuando le hicieran su gran retrato, por un famoso pintor, su excelsa belleza debía reflejarse en cada trazo.

Le parecía que el trabajo artístico daba buena paga mientras más excéntrica la obra.

En un taller de pintura se coló, y trazó garabatos por todo el lienzo virgen. El maestro al ver la obra se desparramó en elogios.

Al joven Andresito lo que le sobraba en pedantería, la faltaba en talento e inteligencia, por lo cual no percibió el sarcasmo en la voz del docente.

Su familia no era acomodada. Tras la muerte de unos familiares de alcurnia, habían heredado sus riquezas y aprendieron a vivir de las apariencias con el fruto de la bonanza ajena.

Montado en la nube de su supuesto talento, en medio de sus desvaríos y exceso de confianza, convenció a sus padres de que vendieran parte de los utensilios de plata y volvieran a poner en uso los viejos implementos de aluminio que guardaban en un baúl del desván.

Con el dinero de la venta compraría un caballete, muchos lienzos, pinceles, óleo y paleta.

Como había escuchado que no basta ser sino que hay que parecer, antes se mandó a hacer un fino traje y una boína. Las mujeres, al ver al galán tan finamente de trajeado, comenzaron a caer como moscas y con ellas todo el dinero fue despilfarrando.

Por su corta memoria, olvidó sus sueños de pintor famoso y los cambió por muchas noches de gozo.

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Invito a @zory23 a participar en esta semana 61 de Arte y Escritura, la dinámica donde @solperez nos invita a escribir a partir del arte, en esta ocasión con las obras de William Hogarth.

(https://steemit.com/hive-108800/@solperez/arte-y-escritura-semana-61-art-and-writing-week-61)