Venezuela Concurso/Segunda edición/ Siente la naturaleza.

Sin duda que el mar siempre habla, canta o recita poesías, de esas que van quedando en sus orillas, de enamorados, ilusionados o sencillamente personas en su devenir se han parado frente a él y han suspirado. En sus olas tiene un sinfín de letras, palabras calladas, musas ocultas y como es un buen interlocutor las lanza diariamente al viento. Es también inspiración divina para soltar la mano y escribir, no fui la excepción. Tiene el potencial de hacerte feliz con nostalgia, de sacarte una sonrisa o emocionarte con lágrimas, es un seductor de la vida por la misma vida que él contiene. Una invitación a continuar la existencia. Un privilegio disfrutar de un mar ya sea en un día soleado o en una noche estrellada…Un regalo de la naturaleza.