Mini Concurso: Venezolanísimo 7

En una oportunidad ya hace muchos años, tenía una amiga nicaragüense que había estado por mi tierra para hacer un curso, llegó el momento de terminarlo y yo le digo al grupo: “vamos a hacer una vaca” para comprarle un regalito a la profesora. Se encontraban personas de diversas partes del país y dos extranjeras entre ellas la de mi anécdota. Decidimos que yo compraba y luego me pagaban, todos o por lo menos la gran mayoría entendió que íbamos a reunir entre todos dinero para comprar, excepto mi amiga de Nicaragua, la cual se apareció con una vaca de fieltro el día del final, pensó que era una costumbre universitaria, yo no sabía si reír o llorar de pena, los demás si supieron, se cuajaron a carcajadas, cuando ella llegó “vaca en mano” diciendo: yo hice la mía. Ah se me olvidó mencionarles que el curso era de Identidad cultural.

Fuente

Al parecer la expresión proviene de la época de la colonia, cuando los campesinos subían o iban a sitios lejanos a llevar a pastar el ganado, cuando no les daba tiempo regresar, sacrificaban un animal y comían todos, hacían una vaca para comer.

Existe una canción colombiana muy popular, que indiscutiblemente refleja nuestra frase extendida, échate un palo, acá les dejo, es de lo Corraleros del Majagual. Según investigué el término procede con la derogación de la esclavitud, los terratenientes se negaron a pagar a sus antiguos sirvientes con monedas de plata, las sustituyeron por tablitas de madera con el timbre de la hacienda para que pudieran cambiarlas en las pulperías, bodegas por despensa, pero muchos elegían comprar licor por lo que solicitaban “un palito de ron”, “un palo de anís”. Al contar en que habían derrochado las tablitas o palitos, expresaban “me eché los palos”.