Estas frente a ti, vas a intentarlo de nuevo, no sabes que hacer y llevas tus brazos a la cabeza en señal de duda desesperada, volverás a usar ese rubor o el labial que piensas te hará resaltar mejor…no lo haces para ti, no usas como primera opción de tu coquetería a ti misma...y allí quiero llevarte. Quieres que alguien te mire, te considere y eso no es malo por el contrario…sin embargo reflexiona.

No fuerces nada y cuando te digo nada me refiero a todo, muchas veces nos encontramos en situaciones de necesidad de forzar las cosas, ya sea una relación, un trabajo, un proyecto, una amistad. Una idea... en fin tantas cosas…lo que tienes que forzar no es tuyo y nunca lo será.

Es esencial recordar que la vida tiene su propio ritmo, intentar forzar algo que no fluye naturalmente puede ser un error grande que cometas en la vida, es tan desgastante que puede llevarte a la frustración …si sientes que constantemente tienes que luchar por la atención , por el amor, por el respeto de la otra persona…este es el momento perfecto, aquí delante de ti de reconsiderar si ese es el lugar donde mereces estar, ya que el amor y el respeto genuino, no se mendigan ni se imponen, se dan libremente y con alegría.

Cuando dejamos de forzar las cosas permitimos que la vida nos muestre el camino, así que adelante, usa esa coquetería tan especial en ti y para ti… no te aferres a lo que no te busca, a lo que no fluye, en cambio deja espacio para lo que si va a venir a ti, la vida tiene una manera extraña de sorprendernos llevándonos a lugares y a personas que indudablemente superan nuestras expectativas….así que amáte a ti, cuídate, y la primera persona que merece coquetería eres tú.