17mo Mini Concurso – Stop. Se acabaron tus miedos princesa.

STOP...Saludos cordiales a toda la comunidad vivaz y viviente de #venezolanossteem, acá les dejo mi participación en este original concurso: https://steemit.com/hive-108800/@venezolanos/17mo-mini-concurso-stop-historia-de-miedo que no obstante ser de miedo, tiene un toque jocoso muy @venezolanos, muy nuestro.

Erase una vez una joven de oriunda de Pensilvania, su nombre Paz Paris. Desde niña le tenía miedo a la oscuridad, a partir de aquella noche que no sabe si dormida o despierta vio ese lobo aullando en la puerta de su cuarto, con un número 30 colgando del pecho, años más tarde decidió adoptar un perro el cual era su fiel acompañante, color gris, de manera que lo llamó Plateado, aunque quería llamarlo Pablo como su padre fallecido. Cada día dormía tranquila porque sabía que cerca a la cama estaba su leal mascota, y si sentía miedo solo extendía la mano, entonces lo acariciaba hasta quedarse dormida.

Así pasaron los años y se hizo adulta. Esa noche su vecino Pasticho Pato le comentó que habría leído una noticia sobre la cual merodeaba el sector un asesino extraño, el hombre que era profesor, le dijo: “princesa está atenta”, ajustaba sus lentes a los ojos, mientras le ofrecía una piña cortada en cubos. Paz luego de comer el fruto entró en un sueño profundo, sin embargo acompañada de su perro, no sentía miedo, se fue a la cama y con su mano acariciaba ha Plateado hasta quedarse dormida.

Se rindió a los brazos de Morfeo profundamente, la despertó un aullido cercano pero a la vez como una especie susurro, le pareció extraño que ella continuara acariciando al perro aun dormida, o eso creía, abrió sus ojos asustada miró su gris animal muerto sobre el piso de la habitación, con estupor observó que lo que acariciaba era un lobo muy particular mitad hombre, con unos lentes en la cara, gritó desesperada, el insólito elemento se le acercó y le dijo: he esperado pacientemente 25 años mañana será tu aniversario 30, es tiempo de irnos….se escuchó un grito angustiado aterrador en medio de la noche, sin que nadie lo oyera, Pasticho Pato había acabado con el vecindario… solo un eco resonaba: … “se acabaron tus miedos princesa.”