Saludos a la comunidad #venezolanossteem, y a sus incansables trabajadoras @solperez y @marcybetancourt. El próximo domingo se celebrará el Día del padre; y es muy acertada la idea de hacerle una dedicatoria a quienes tiene el don de dar vida.

Estoy próximo a cumplir 65 años y es todo un lujo tener a mi padre y a mi madre vivos. Mi papá se llama Víctor Ramón Acosta Gaspar, nació el 11 de enero de 1925, en Carúpano, siendo un niño de siete años quedó huérfano de madre y comenzó a vivir de la caridad de otros. Por eso papá es un hombre agradecido. Solo tuvo dos hijos, a mi hermana Deisa, que va a cumplir 68 años, y a mí. Papá trabajaba incansablemente para que no nos faltara nada y para que tuviéramos una casa como la que él nunca tuvo.

A ese hombre, quiero dedicar una décima, porque él fue quien me enseñó este arte de versar; a mi padre, a ese hombre del campo y del mar; zapatero, curandero, cantante y poeta, le regalo mi cantar. Desde hace seis meses no lo veo, pero siento su mirada a mi lado, su sonrisa de niño diciéndome que no me preocupe por nada, su olor a mar, a pega de zapatos, a selva.

He escrito esta décima sentado en los recuerdos de mi infancia, a su lado, viéndolo trabajar durísimo, cantando, silbando, tomando guarapo de papelón con limón, moviendo sus manos como un ave que busca su nido cuando amenaza la lluvia. Para ti, padre amado, va mi palabra de amor:

Quiero decirte papá,
que te dedico este verso,
salido del universo
que tu mirada me da.
La rima solita va,
pidiendo la bendición,
dedicando con pasión
esta humilde poesía,
tan solo eso quería,
Desde aquí, del corazón.

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